¡Lo que se vivió en Mendoza fue de película, señores! Platense, con un golazo de Pellegrino, demostró que quiere seguir escalando posiciones y derrotó a Independiente Rivadavia con un categórico 1-0 que quedará en la memoria de los hinchas.
Un partido con nervios de acero
Desde el silbatazo inicial, el estadio fue una caldera. El equipo de Vicente López no dejó espacio para las dudas y salió al campo con la furia de un león hambriento. ¡El Marrón fue una máquina! La defensa estuvo sólida como una roca, mientras que el mediocampo, liderado por Pereira, manejó los hilos como si tuvieran un violín en las manos.
El golazo de Pellegrino
El clímax llegó en el minuto 67. Después de un pase quirúrgico de Bogado, Pellegrino recibió la pelota en el borde del área, la acomodó y sin pensarlo dos veces, ¡BOOM! Disparó un misil que dejó al arquero de Independiente Rivadavia paralizado, como una estatua de sal. ¡GOLAZO! Una obra maestra que hizo temblar las redes y que provocó el delirio de los hinchas de Platense presentes en el estadio.
Momentos decisivos
Las piernas de los jugadores de Platense eran un vendaval, y el entrenador De Felippe movió las piezas del tablero como un maestro ajedrecista. Con cambios precisos y estrategias inteligentes, logró mantener el control del partido. La defensa, comandada por Suso y Recalde, se plantó firme como un muro infranqueable. ¡Tocarla sin dejar pasar ni el aire, che!
El pitazo final y la euforia
Cuando el árbitro marcó el final del encuentro, el grito de victoria se sintió hasta en Buenos Aires. El Marrón no solo se llevó tres puntos vitales sino que también sigue mostrando que tiene cuerda para rato. Pellegrino, héroe y artífice del triunfo, fue levantado en andas por sus compañeros, cerrando una jornada que quedará tatuada en el corazón de todos los hinchas.
Próximo desafío
Con este resultado, Platense no solo demuestra que está para grandes cosas, sino que también se perfila como un contendiente serio en el campeonato. El próximo partido promete y el equipo llega enchufadísimo, listo para seguir sumando y mostrar que el cielo es el límite.
¡Vamos Marrón, a seguir haciendo historia!
