Con el corazón en la mano y una chispa de nostalgia en los ojos, el presidente de San Lorenzo, con la voz entrecortada por la emoción, nos lanzó una noticia bomba: ¡El ciclo de Ortigoza en el club llegó a su fin! Este anuncio nos deja a todos con un sabor agridulce, como un tango en madrugada porteña.
Un adiós cargado de sentimientos
Con la camiseta azul y roja todavía latiendo en nuestros corazones, el presidente fue contundente pero sentida al declarar que el histórico mediocampista, símbolo de muchas alegrías y peleas épicas, no seguirá en Boedo. En la vida, como en el fútbol, no todo es eterno, y así, Ortigoza se despide, dejando una huella imborrable en la cancha y en nuestra memoria.
Ortigoza: el gladiador moderno
¡Vaya jugadas maestras que nos regaló este fenómeno! Ortigoza fue el motor y corazón del equipo, tejió nuestras ilusiones con pases precisos y gambetas dignas de una película. Como un titán en la cancha, su presencia era tan imponente como un obelisco en el centro de Buenos Aires. Supo defender cada pelota como si fuera la última, lo que lo convirtió en un verdadero ícono para la hinchada del Ciclón. ¿Cómo olvidar los penales decisivos que nos hicieron gritar «¡Gooooool!» hasta quedarnos sin voz?
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El balón sigue rodando, y ahora San Lorenzo tiene un desafío por delante: encontrar a alguien que llene los zapatos de este gigante. Pero, ¡no olvidemos! Los ciclos terminan y otros comienzan, y hasta la luna necesita de la oscuridad para brillar con más fuerza. Así, mientras Ortigoza se retira, el club y la hinchada se preparan para nuevas aventuras, con la esperanza de nuevos héroes que nos hagan vibrar en el Nuevo Gasómetro.
Un agradecimiento eterno
Desde este rincón de la pasión futbolera, solo nos queda decir: ¡Gracias, Ortigoza! Por cada pase, cada gol, cada pelea y cada gota de sudor dejada en el césped. Te llevas con vos el cariño de una hinchada que te aplaudirá siempre. Ahora y siempre, ¡Vamos, San Lorenzo! Seguimos soñando, seguimos luchando, porque en Boedo, la pasión no muere nunca.
¡GRACIAS, ORTI! ¡Hasta siempre, campeón! 🚀👋⚽
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