En un debut para el recuerdo, Maxi Salas y la hinchada de River sellaron un pacto con el fútbol. En una noche mágica y llena de emociones, el Monumental vibró como si fuera un volcán en erupción.

Duplica tu depósito hasta $200.000 en apuestas y casinos bono de bienvenida
El Momento Cumbre
Cuando Maxi Salas pisó el césped, el estadio se convirtió en un mar de banderas y cánticos. ¡Era una fiesta de colores y pasión! Salas, con el balón pegado a sus pies como un mago con su varita, dejó a todos boquiabiertos al burlar a la defensa rival con un par de quiebres que parecían sacados de un tango.
La Jugada del Siglo
Fue en el minuto 30 cuando llegó la jugada que avivó el fuego en las tribunas. Salas recibió el balón en el borde del área, y tras un amague que dejó a todos patinando, lanzó un remate certero. ¡Golazo! El grito resonó hasta el Obelisco. Parecía que la pelota tenía alas, surcando el aire con destino directo a la red.
Un Amor Eterno
La conexión entre Salas y los hinchas fue inmediata. Con cada toque, la gente saltaba y vibraba al unísono. Era como si el césped fuera su escenario y la hinchada, su coro de aplausos.
- Un debut soñado que promete más noches de gloria.
- El pacto entre Salas y River es inquebrantable.
- Las expectativas están por las nubes.
Sin lugar a dudas, Maxi Salas ha sembrado la semilla de un amor que promete cosechas de alegrías y triunfos para el alma riverplatense. La promesa de nuevos ecos de goles y victorias resuena en cada rincón del Monumental. ¡Aguante, River!

Duplica tu depósito hasta $200.000 en apuestas y casinos bono de bienvenida
