Matías Kranevitter, un guerrero del mediocampo y emblema millonario, ha decidido emprender una nueva etapa en su carrera, dejando atrás el Monumental para aterrizar en las tierras turcas. ¡Sí, así como lo escuchás! Un cambio que nos llena el corazón de nostalgia, pero también de emoción.

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Un adiós lleno de gratitud
El “Coloso” de Núñez lo despide con los brazos abiertos, pero también con una punzada en el alma. Kranevitter se fue del club que lo vio crecer como un verdadero león, un jugador que brilló en cada partido como si fuera final, demostrando que la camiseta de River le quedaba como un guante. ¡Qué lindo ver cómo luchó cada balón, cómo se barrió en el mediocampo como si no hubiera un mañana!
De River a Turquía: un viaje inesperado
La oferta del fútbol turco llegó como un rayo en cielo despejado, y aunque el corazón late fuerte por el cariño al club, Kranevitter no pudo resistir la tentación de explorar nuevos horizontes. La idea de jugar en una liga distinta, cosechando desafíos y oponentes variados, lo sedujo. ¡Es una oportunidad de esas que se presentan una vez en la vida!
Su último partido con la banda roja fue un verdadero espectáculo. Recuerdos de ese golazo ante Racing, donde esquivó defensores como si fueran conos de entrenamiento, o aquel tackle impresionante que salvó un gol casi cantado, nos quedarán grabados en la mente. Kranevitter dejó su huella en cada rincón del campo, su sudor es una prueba del amor que le profesa al club.
Un nuevo capítulo en su historia
A partir de ahora, ese apodo de «León» lo llevará por los campos de Turquía, buscando hacer rugir a la hinchada como solo él sabe hacerlo. Será emocionante verlo en acción, enfrentando nuevos retos y trayendo consigo esa garra que lo caracteriza. Cada pase y cada pelea por el balón resonarán en la memoria de todos los hinchas de River que le brindan su todo.

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La esencia de Kranevitter, esa que nos hizo soñar y emocionarnos, se traslada al fútbol europeo y, aunque nos duela, sabemos que siempre llevará en su pecho los colores de nuestra querida institución. ¡Que este viaje esté repleto de éxitos, Mati! La banda te extrañará, pero las calles de Estambul tendrán la suerte de ver brillar a un verdadero gladiador. ¡Adelante, que el mundo es tuyo!
