Martín Martínez Quarta se despidió de Fiorentina con el corazón hecho trizas y los ojos llenos de lágrimas. ¡Qué momento tan desgarrador! El zaguero argentino, que se ganó el cariño de los hinchas en su paso por Italia, ahora se prepara para un reencuentro apasionado con su primer amor: ¡River Plate!
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Una despedida a pura emoción
En el último encuentro con la Fiorentina, el defensor mostró su vulnerabilidad ante el público que lo aplaudió y lo despidió con una ovación digna de un gladiador en el Coliseo. Aquellos que estuvieron presentes en el Estadio Artemio Franchi notaron cómo cada lágrima que corría por su rostro era un reflejo de los recuerdos vividos en la tierra de la pasta y el vino. Con el corazón en la mano, Martínez Quarta se dirigió a sus compañeros, dejando en claro que aunque se va, siempre llevará consigo el espíritu del “Viola”.
El anhelo por el regreso
Ahora, como un río que regresa a su cauce, el jugador estaría a un paso de retornar al club que lo formó. River Plate lo espera con los brazos abiertos, ansioso por volver a contar con ese guerrero que dominaba el área como si fuera su propio reino. La defensa millonaria, que tantas veces ha gritado en sus partidos, podría llevarse una inyección de frescura y entrega con su llegada.
Martínez Quarta es como un león en la selva, decidido a recuperar su lugar en el equipo que lo vio nacer como futbolista. Las especulaciones sobre la inminente vuelta a Núñez crecen como espuma, y ya los hinchas se preguntan: ¿cuándo será el momento de volver a verlo con la camiseta de la banda roja?
Con su estilo aguerrido y su talento innegable, no hay dudas de que el jugador transformará la zaga defensiva millonaria, que sueña con recuperar la solidez de antaño. Con él en el campo, el Monumental vibrará como nunca, ardiente y dispuesto a acompañar a su equipo hacia victorias gloriosas.
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La historia de amor entre Martínez Quarta y River está lejos de haber llegado a su fin. En un instante lleno de emoción, el camino se ha abierto de par en par. ¡Vamos, Martín! ¡Regresa a casa! Los sueños y las esperanzas están en juego, y la hinchada está lista para estallar de alegría en cuanto escuche el silbato que confirme su regreso. ¡Que llegue esa noticia pronto!