¡En una noche de fútbol vibrante y cargada de emociones en Mendoza, Vélez nos regaló un espectáculo de aquellos! Al minuto 65, el estadio se quedó boquiabierto cuando Maher Carrizo, con la precisión de un cirujano, embocó un golazo de tiro libre que dejó a todos al borde del asiento. ¡Qué manera de estirar la ventaja y ponerle candado al partido!

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Una obra maestra de Carrizo
Como un artista en su lienzo, Maher se paró frente al balón y, con la confianza de quien sabe que es su momento, desató una curva perfecta. El balón voló como un misil teledirigido hacia el ángulo derecho del arquero mendocino, quien quedó inmóvil, como una estatua de sal. ¡Un auténtico gol de colección!
El impacto en el partido
- Con este gol, Vélez no solo aseguró la ventaja, sino que también insufló ánimo a todo el equipo.
- El rival, atónito, intentaba rearmarse, pero el golpe había sido contundente.
El momento del héroe
¡Qué crack, Carrizo! Su habilidad con la pelota es como la de un mago con su varita, capaz de cambiar el destino del encuentro con un solo toque. Y exactamente eso hizo, dejando que los hinchas de Vélez estallen en un grito de euforia que resonó hasta en el Obelisco.
Sin duda, los que estábamos allí vivimos una noche mágica, de esas que se cuentan una y otra vez. Y es que en el mundo del fútbol, momentos como este son los que quedan grabados en la memoria. ¡Bravo, Vélez! ¡Gracias, Carrizo, por hacernos parte de esta fiesta futbolera!
