¡Atención, atención, hinchas del Fortín y del fútbol argentino! Una noticia que hará palpitar los corazones más fuertes y emocionar hasta al más estoico: Lisandro Magallán se viste de azul y blanco para reforzar a Vélez Sarsfield. ¡Sí, señoras y señores! Bajo la batuta del inoxidable Barros Schelotto, este defensor de gran jerarquía llega dispuesto a ponerle el pecho a las balas en cada partido.

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Un Refuerzo de Oro
Como si el mismísimo Quijote volviera para enfrentar los molinos, Magallán aterriza en Liniers listo para ser el baluarte de la defensa. El ex Boca, con su temple de acero y experiencia en el fútbol europeo, se perfila como el líder que fortalecerá la última línea del equipo, aportando presencia y categoría en cada cruce, en cada salto.
La Experiencia que Cuenta
Con pasado en clubes de la talla de Ajax y Celta de Vigo, Lisandro no llega a Vélez para ser uno más. ¡No señor! Este central es un lujo que pocos se pueden dar, con una capacidad para anticipar jugadas que parece de otro planeta. Es como tener un faro en la tormenta, un defensor que no solo corta, sino que también juega y distribuye como el mejor.
Un Vestuario que Vibra
En el vestuario de Vélez, la llegada de Magallán es motivo de alegría y optimismo. Los muchachos no ocultan la ansiedad de compartir cancha con un maestro de los cierres y las salidas claras, un tipo al que pocos delanteros logran pasarle por encima. ¡Boom! El sonido de un cabezazo firme que saca la pelota del área y levanta a la hinchada en un grito ensordecedor.
Un Futuro Prometedor
Con Magallán reforzando la defensa, el Fortín está listo para dar batalla en cada torneo. La afición sueña y no es para menos: la ilusión de ver a su equipo peleando arriba está más viva que nunca. Prepárense, porque Vélez se arma hasta los dientes y el campeonato promete ser una pulseada infartante. ¡Vamos Vélez, que el futuro es tuyo!

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Así que, amigos, el estadio José Amalfitani ya espera con ansias verlo en acción. A prepararse porque se viene una temporada de puro fuego y pasión. ¡Alienten al Fortín, que con Magallán en la cancha todo es posible!
