Juan Fernando Quintero, ese genio del fútbol que se convirtió en emblema del millonario, dejó claro que su corazón siempre latió al ritmo del Monumental. En una reciente charla, el talentoso colombiano expresó, con la pasión que lo caracteriza, que “nunca se fue” de River Plate. ¡Y cómo no, si los caminos de la vida lo llevaron a vivir emociones intensas en cada rincón de La Banda!
Duplica tu depósito hasta $200.000 en apuestas y casinos bono de bienvenida
De vuelta al alma de River
Sin pelos en la lengua, Juanfer aseguró que aquella noche mágica en donde levantó la Copa Libertadores frente a Boca Juniors es un recuerdo que nunca se borrará. “Cada vez que vuelvo, siento que el estadio me abraza”, confesó, y es que el Monumental tiene ese don: hacer sentir a todos como parte de una gran familia. ¡Eso sí que es fútbol argentino!
Un corazón de Gallina
Quintero no se conforma con ser un simple espectador; su pasión lo empuja a seguir dejando huella. “Me siento un hincha más”, afirmó, haciendo eco de las emociones que anidan en cada partido. Comparo su amor por River con el de un niño que abraza su juguete favorito: siempre presente, siempre dispuesto a dar lo mejor.
Con cada palabra, su voz vibraba como si fuera un tambor en un carnaval, recordando jugadas inolvidables que hicieron estallar el estadio: ese golazo que se coló en el arco de la eternidad, su magia en el juego y la comunión con la hinchada. ¡Nadie puede olvidar la locura colectiva que se desató cuando la hinchada coreó su nombre!
La herencia de un ícono
El mediocampista también resaltó la importancia de traspasar la pasión de River a las nuevas generaciones. “Hay que enseñarles a sentir lo que uno siente”, expresó, mostrando su esencia como un verdadero símbolo del club. En cada rincón del mundo, los hinchas de River saben que Quintero es un alma indomable, con un legado que sigue resonando.
Duplica tu depósito hasta $200.000 en apuestas y casinos bono de bienvenida
Así, entre risas y anécdotas, Juanfer nos recordó que, aunque los caminos lo llevaron lejos, su corazón siempre será millonario. ¡Y eso, mis amigos, es una declaración de principios! ¡La magia de Quintero sigue viva y su historia, bien escrita, perdurará por siempre en los corazones de los que amamos el fútbol argentino!
