José Pekerman, con el corazón en la mano y la pasión de un hincha, se sentó a charlar sobre la situación del fútbol argentino, y no escatimó en elogios hacia Boca Juniors y la Selección. ¡Qué momento, che! El ex DT de la albiceleste mostró su amor por este deporte que nos vuelve locos y nos une como una gran familia.
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Los colores que nos llenan el alma
«¡Por favor!», exclamó Pekerman. «Boca es un gigante, un símbolo que trasciende fronteras. Cada vez que pisan la Bombonera, siento que se enciende un volcán que estalla en pasión. Puede haber días grises, pero esa mística nunca se apaga». Así, con una sonrisa de oreja a oreja, recordó momentos inolvidables del club xeneize, esos que hacen vibrar hasta al más indiferente.
El director técnico resaltó la importancia de los jugadores que han llevado la camiseta. “Cuando ves a esos pibes con la camiseta puesta, es como si llevasen el corazón latiendo al ritmo de la hinchada. ¡Qué gran responsabilidad!” La entrega y el sacrificio, dijo, son valores fundamentales, y no se trata solo de técnicas y tácticas, sino de una entrega total.
La Selección: más que un equipo, un sentimiento
Y cuando se habló de la Selección Argentina, fue como si el aire se cargara de emoción. “¡La celeste y blanca nos representa! Más que un equipo, es una familia”, afirmó Pekerman, mientras recordaba los días en que dirigía al equipo nacional, esos partidos que nos hicieron soñar y llorar.
«El fútbol nos da alegrías y tristezas, pero siempre nos une. Esa mística que se siente en cada mundial, en cada clasificación, es única. Recuerdo cada gol como si fuera la primera vez, ese grito que se escapa del alma, que se siente en el pecho y estalla en el aire», enfatizó, con una intensidad que desbordaba a raudales.
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El futuro: esperanza y determinación
Pekerman también tuvo palabras para el futuro de nuestros equipos. «Hay que seguir apostando a la juventud», comentó con firmeza. “Los chicos son el futuro, ellos son los que tienen que llevar adelante toda esta herencia futbolística”. Con una mirada llena de optimismo, subrayó que en cada barrio hay un talento esperando la oportunidad de brillar.
En definitiva, José Pekerman volvió a demostrarnos su amor y compromiso con el fútbol argentino, recordándonos que este deporte es mucho más que un juego: es una forma de vida. ¡Y cómo nos gusta vivirlo!
