El mundo del fútbol hoy se encuentra en vilo, con el corazón en la mano y una lágrima en el ojo. La despedida de Jorge Bergoglio, el Papa Francisco, ha dejado una profunda huella en todos los que patean la redonda con pasión. Esa pasión que Francisco siempre mostró por San Lorenzo y el fútbol nos une hoy en un sentido homenaje.
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El amor por la pelota
El Papa siempre fue más que un simple hincha de San Lorenzo. Era un hincha de ley, de esos que no nacen todos los días y le tiran papelitos al viento como ofrenda a los dioses del fútbol. Su partida nos lleva a recordar aquellas icónicas imágenes en las que se lo veía con la camiseta azulgrana, rebosante de orgullo y amor.
El mundo del fútbol reacciona
¡Qué grande era, por Dios! Los clubes argentinos, en un gesto de camaradería digno de un abrazo de gol, no tardaron en expresar su sentir. Boca Juniors y River Plate, los históricos rivales, dejaron de lado sus diferencias por un momento y rindieron homenaje con mensajes llenos de respeto y gratitud. «Desde el tablón hasta el altar, gracias por tu ejemplo, Francisco», publicaron en redes, resonando en el corazón de cada hincha.
Un legado imborrable
A Francisco se le conocía por ser un hombre de paz y por llevar el juego limpio más allá de la cancha. En sus palabras, la humildad fue siempre titular indiscutible. «Juguemos limpio, como si cada partido se disputara en el potrero más grande del universo,» solía decir, dejando claro que en su equipo, la honestidad era el Messi de la alineación.
El espíritu del fútbol vive en el Vaticano
No cabe duda de que en cada rincón del globo terráqueo, desde la Bombonera hasta el coliseo del fútbol de Europa, retumba un agradecido «¡gracias, Francisco!», en reconocimiento de su legado. Y así, entre aplausos y lágrimas, el mundo del fútbol despide a un Papa que siempre llevará la delantera en nuestros corazones.
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