Holan se lanzó a la arena y, a pura pasión, confesó que “dirigir a Di María es un desafío enorme”. ¡Y cómo no va a serlo! Para el DT, tener la oportunidad de guiar al ícono de la celeste y blanca es como tener un diamante en bruto entre las manos. ¡Eso no se presenta todos los días, che! En una charla que dejó a más de uno con la boca abierta, Holan dejó entrever todo lo que significa contar con un jugador de la talla de “Fideo” en su plantel.
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Un genio en el campo
Todo el mundo sabe que Ángel Di María no es simplemente un jugador; es un verdadero mago del fútbol. Con su velocidad que más parece un rayo y su capacidad para meterla en el rincón más inalcanzable, es un verdadero deleite verlo en la cancha. Holan sabe que será un viaje emocionante; dirigir a alguien que puede cambiar el rumbo de un partido en un abrir y cerrar de ojos es una responsabilidad digna de un gladiador.
La estrategia del DT
El técnico, con una chispa en la mirada, explicó cómo planea sacarle el máximo provecho a sus virtudes. “Quiero que Di María sea quien brille, pero también que se sienta parte de un equipo que juega en sintonía”, dijo Holan, haciendo hincapié en la importancia del trabajo en conjunto. ¡Así se hace, maestro!
Holan también mencionó los momentos decisivos que tiene pensados para el “Fideo”. Imaginó jugadas que dejarán al público al borde de la butaca, con ese toque de magia que solo Di María puede ofrecer. “Cada pase, cada desborde, puede ser como un grito en una final”, remarcó, y no le faltaba razón. La adrenalina se siente en el aire.
Expectativas altísimas
Las expectativas están por las nubes y, ¿quién podría dudarlo? Tener a Di María en tu equipo es como pescar un pez gordo en el río. Los hinchas ya sueñan con que el “Fideo” deje su huella en cada partido, como si el destino estuviera escrito en letras doradas. ¡Qué locura!
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Desde luego, Holan es consciente del reto que enfrenta, pero su pasión y determinación lo apuntalan. “Es el momento de dejar huella en la historia”, aseguró. En definitiva, este desafío no solo es grande; es monumental. Con Di María al timón, el espectáculo está garantizado. ¡Que empiece la fiesta del fútbol!
