La gran noche esperada por los hinchas de San Martín se tornó un verdadero calvario. Lo que debía ser una fiesta desbordante de alegría, tras el ascenso a Primera División, terminó convirtiéndose en una pesadilla para Carlos Fernández. Este apasionado seguidor, que viajó a Córdoba con el corazón en la mano, se encontró en un giro de eventos que nadie podría haber imaginado. Su celular, que parecía haber desaparecido en medio de los festejos, fue la llave maestra que abrió las puertas a una estafa monumental: ¡su cuenta bancaria fue vaciada con transferencias que alcanzan la escandalosa suma de $3.000.000!
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Una noche de celebración que se nubló
Entre la euforia del 8 de diciembre, cuando San Martín se lució derrotando a Gimnasia de Mendoza 2 a 0, Carlos y otros fanáticos se lanzaron a celebrar a un boliche en la capital cordobesa. La fiesta estaba en su apogeo: cantos, abrazos y un mar de banderas triunfantes. Pero, ¡zas! En un descuido, su teléfono se esfumó. Una tragedia casi griega para un hincha que solo quería disfrutar la gloria de su equipo.
Cuando Carlos, con la adrenalina aún corriendo por sus venas, pidió ayuda a su hijo para rastrear el dispositivo, lo que encontró fue aterrador. ¡Varios giros de dinero habían salido de su cuenta! Además, un intento fallido para solicitar un crédito a su nombre, como si de una broma de mal gusto se tratara. La cruda realidad le golpeó: su alegría se convirtió en el más oscuro de los pesares.
El peso de la justicia
La unidad especializada de la UFI Delitos Informáticos y Estafas no tardó en lanzarse a la búsqueda de respuestas. La investigación reveló un sospechoso en medio de esta maraña de engaños: Lionel Flores, otro hincha sanjuanino que, como un ladrón en la noche, recibió los fondos sustraídos. Con la certeza en el aire y la determinación de recuperar lo robado, las autoridades realizaron un allanamiento en su domicilio, donde la conexión con el caso quedó más que clara. A pesar de las pruebas acumuladas, el sospechoso no fue detenido, aunque sí deberá comparecer ante los Tribunales este jueves para enfrentar el peso de la ley y las evidencias que lo incriminan.
Así, mientras Carlos y sus compañeros tratan de recomponer sus vidas tras una celebración maldita, el destino de Lionel se encuentra en la balanza de la justicia. Una vez más, el fútbol argentino nos deja ver que tras la pasión y el fervor, puede acechar el peligro, como un delantero al acecho de un resbalón en la defensa rival. ¡Y no hay que olvidar que, a veces, el partido no termina en el campo de juego!
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