Gustavo Costas: "¡Lo único que tenemos en la cabeza es llegar a Lima como sea!"

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La pasión en el aire es palpable. Cuando Gustavo Costas habla, cada palabra resuena con una fuerza casi eléctrica, y es que el camino hacia Lima no va a ser un simple paseo. El técnico, con esa garra que lo caracteriza, dejó en claro que su único objetivo es llegar a la capital peruana a toda costa, como un león en la selva. “¡No hay vuelta atrás! El equipo está preparado para dejar todo en la cancha”, expresó, con el fuego y la determinación que solo un verdadero gladiador puede transmitir.
El Desafío Ante la Adversidad
El clima de tensión no se siente solo en el plantel, sino también en la afición, que espera con ansias el gran partido. "Estamos listos para enfrentar lo que venga", continuó Costas, sus ojos chispeando con determinación. En medio de desafíos, lesiones y presiones, su mensaje es claro y contundente: “La mente está en Lima, y nada nos va a detener”.
La Formula del Éxito
Costas no es de los que se achican. Con una mezcla de valentía y estrategia, ha armado un equipo que promete dar pelea como si cada minuto en la cancha fuera el último. “Los jugadores han estado entrenando a destajo, sudando la camiseta como si no hubiera un mañana. Cada pase, cada jugada ensayada, es una línea que sumamos a nuestra historia”, detalló. Este tipo de declaraciones son las que encienden el fervor en el corazón de los hinchas.
¿Qué Esperar en la Cancha?
La estrategia está clara: presionar al rival desde el primer minuto, como una tormenta que no da tregua. “El planteo será ofensivo, queremos que el rival sienta la presión. ¡Vamos por el triunfo!”, gritó con la fuerza de un verdadero líder. Los jugadores, como titanes, se están preparando para desatarse sobre el verde césped, en busca de la gloria que solo se siente en los momentos cruciales.

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Finalmente, para Costas, la meta está fija: “¡Lima nos espera, y vamos a dejar el alma en cada jugada, en cada grito!”, concluyó, mientras las luces de la sala de prensa empezaban a apagarse, dejando a todos con el sabor a triunfo en los labios y el corazón a mil. ¡Que comience la batalla!
