¡En La Bombonera se vivió una tarde de locura y vértigo futbolero! Giménez, el joven delantero de Boca Juniors, tuvo una actuación estelar que dejó a todos boquiabiertos. En solo 17 minutos, como un destello fugaz de talento, metió dos golazos ante Newell’s que hicieron estremecer hasta las vigas del estadio.

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Arranque de adrenalina
Desde el pitazo inicial, Boca salió al campo con todo el empuje de su hinchada. Giménez, quien parece tener un motor a reacción en las piernas, aprovechó cada espacio que le dejó la defensa de Newell’s. Primero, sobre el minuto 8, con un remate cruzado que dejó al arquero rival congelado como una estatua. ¡Un golazo de antología!
La joya del segundo gol
Como si fuera una máquina de precisión suiza, en el minuto 17, Giménez volvió a hacer vibrar a los xeneizes con un cabezazo letal. Esta vez, la pelota hizo «¡boom!» al rozar la red, dejando sin aire a todos los presentes en La Bombonera. Fue un gol que recordó a los más históricos del club, digno de las grandes gestas boquenses.
- El pibe fue un verdadero titán en la cancha.
- Su despliegue dejó atónitos a propios y extraños.
La noche se tiñó de azul y oro
La actuación de Giménez, el chico que llegó como una promesa y hoy brilla con luz propia, es un sueño hecho realidad para cualquier hincha de Boca. Con garras y corazón, llevó al equipo a una victoria épica que ya se empieza a contar en los bares de Buenos Aires en largas charlas de fútbol.
¡Qué noche mágica, qué vibrante espectáculo! Giménez no solo metió goles; dejó una marca indeleble, como un artista que pinta su obra maestra en el lienzo del césped.

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Así, Boca se llevó los tres puntos en un partido que, sin duda, pasará a la historia por la pasión y la entrega vista en cada rincón del estadio. ¡Vamos Boca!
