El telón de la Liga Profesional se ha corrido y, como un buen asado en la cancha, nos dejó un sabor a gloria y emoción en el paladar. En esta apasionante temporada, el once ideal ha tomado forma, y, sorpresa, sorpresa, ¡los colores de Vélez brillan con fuerza! La escasa presencia de los grandes clubes en esta nómina no hace más que resaltar lo que fue un torneo lleno de sorpresas, entrega y jugadas de antología.
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El poder de Vélez
Con un estilo que deslumbró y conquistó corazones, Vélez Sarsfield se adueña de la mayoría del once ideal. No hay duda: los jugadores de Liniers han dejado su huella en cada rincón de las canchas. ¿Quién podría olvidar el golazo de Thiago Almada, como un rayo que atraviesa el cielo, desatando la locura en el estadio? Sus gambetas y su visión han sido dignas de estudio. ¡Un verdadero artista en la media!
Los grandes se quedan en la sombra
Pero, ¿dónde quedaron los gigantes del fútbol argentino? Boca, River y el resto de los colosos pisaron poco en la grilla de este once. Como diría un hincha apasionado, pareciera que los «grandes» se quedaron en el vestuario, mientras los pibes de Vélez hacían magia en cada partido. Boca, que tuvo sus destellos con el Pipa Benedetto, no logró consolidarse, y las «superestrellas» de River enfrentaron más desafíos de los esperados. ¡Un verdadero rompecabezas!
El once ideal que hace vibrar
Este es el equipo que, como una guitarra bien afinada, resuena en los corazones de los aficionados:
- Portero: Lucas Hoyos (Vélez)
- Defensores: Lautaro Giannetti (Vélez), Franco Peppino (Vélez), Gonzalo Piovi (Racing)
- Centrocampistas: Thiago Almada (Vélez), Rodrigo De Paul (Atlético Madrid), Sebastián Blanco (San Lorenzo)
- Delanteros: Lucas Pratto (Vélez), Ramón Ábila (Boca), y la sorpresa de la temporada, Juan Ramón Carrasco (Defensa y Justicia)
Cada uno de estos jugadores ha dejado su huella, ¡como un gol en el último minuto que grita en nuestras almas! Queda claro que el talento se encuentra en cada rincón del país, y que las nuevas generaciones están listas para cambiar la historia.
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Una temporada inolvidable
El espectáculo fue continuo: desde el rugir de las tribunas hasta esas jugadas que nos hicieron levantar del asiento, como el famoso “¡uhhh!” de la hinchada. Este torneo fue una explosión de emoción, pasión y, sobre todo, un llamado a la esperanza por parte de los clubes que dejaron de lado la tradición del «dame un grande» y mostraron que el fútbol es un juego de equipo.
Vélez lidera este once ideal, pero lo que está claro es que el fútbol argentino sigue siendo un laberinto, lleno de sorpresas en cada esquina. Con un futuro brillante por delante, solo nos queda esperar la próxima temporada. ¡Que siga la fiesta!
