Hay días que quedan marcados a fuego en la historia del fútbol argentino, y el último partido de Marcelo Gallardo como DT de River Plate es uno de esos días. ¡Ese 13 de noviembre de 2022 en Avellaneda, donde el Monumental se vistió de gala, no se olvida más! Enfrentar a Betis de España fue la oportunidad perfecta para el «Muñeco». Como un director de orquesta apasionado, Gallardo comandó su última sinfonía al frente del equipo millonario y lo hizo con la magia que lo caracteriza.
El adiós del «Muñeco»
Gallardo, el hombre que llevó a River a lo más alto en varias ocasiones, despidió su era dorada con un amistoso de esos que te ponen la piel de gallina. El marcador final fue un vibrante 4-0 favorable a River, ¡pero el verdadero espectáculo fue su despedida en sí misma! Como un artista que se despide en el último acorde, Gallardo dio instrucciones con esa energía que lo caracteriza, motivó a sus jugadores y nos dejó a todos con un nudo en la garganta.
El desarrollo del partido
- El Primer Gol: Fue una obra de arte colectiva que culminó en un grito sagrado, ¡GOOOL! El delantero conectó la pelota como si fuera una pintura perfecta, haciendo vibrar a la hinchada.
- La Estrategia: Gallardo, un verdadero mago del tablero de ajedrez, dejó su sello con movimientos quirúrgicos que desarmaron a la defensa rival como si fueran fichas de dominó cayendo una tras otra.
- El Último Tanto: Como en un guion hollywoodense, el cuarto gol llegó de manera espectacular, desatando una ovación ensordecedora. ¡El estadio se vino abajo, señores!
La Emoción de la Despedida
Terminado el partido, Gallardo se llevó todas las miradas y las cámaras enfocaron esos ojos llenos de emoción. A puro corazón, saludó a la hinchada que coreaba su nombre como una serena* mar plateado. Entre abrazos con sus jugadores y lágrimas contenidas, se despidió de su segunda casa. Fue un momento casi irreal, donde se mezclaron la alegría de la victoria y la tristeza del adiós.
Legado y Futuro
Gallardo no sólo dejó títulos y triunfos, sino una huella imborrable. Su legado es como un tatuaje en el corazón millonario: una etapa inolvidable, repleta de gloria y pasión.
Si te perdiste ese histórico partido, no fuiste sólo porque podrías haber estado en casa cuchareando helado del pote, ¡sino porque el fútbol te pasó por encima como un tren sin freno! Marcelo Gallardo, el «Muñeco», cerro su ciclo con un broche de oro y dejó a River en lo más alto, donde la mística y la magia de su dirección técnica quedarán en la memoria de todos. ¡Gracias por todo, Marcelo!
