El retorno de Di María a las canchas argentinas ha sido recibido con una mezcla de emoción y expectativa por parte de los hinchas. Pero en la mente del director técnico de Godoy Cruz, la cosa apunta a ser un verdadero tira y afloja. «Alguna patadita le vamos a dar», soltó con picardía en su voz, dejando claro que no vendrán a regalarle nada al Fideo en su debut con la camiseta de la selección de su país.

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La emoción de un regreso esperado
El estadio se prepara para vibrar como una guitarra criolla. Los dragones mendocinos quieren hacer de este encuentro un espectáculo por donde se lo mire. El milagro de ver a Ángel Di María, ese genio del fútbol que ha dejado su huella en Europa, de vuelta en el césped argentino, es un suceso que tiene a todos en vilo.
Con alma y pasión
Y mientras los aficionados sueñan con ver una lluvia de gambetas y asistencias mágicas, el DT de Godoy Cruz se lo toma en serio. «No solo va a ser un partido más; es un choque de titanes!», exclamó, con el fuego de la pasión que lo caracteriza. En el mundo del fútbol, cada jugada cuenta y cada roce puede ser decisivo.
Así que, si Di María piensa que viene a hacer lo que quiera, está muy equivocado. La defensa tombina se prepara para ponerle las cosas difíciles, como un viejo híbrido en una carrera de Fórmula 1. ¡Y que no falte la emoción, que esto no es un baile de salón!
Un duelo que promete
Las jugadas clave y las decisiones tácticas se asoman en el horizonte, mientras la hinchada se hace escuchar en las gradas. «Vamos a plantarnos firme, a lucharla hasta el último suspiro», prometió el entrenador, reforzando la idea de que esto es más que un partido; es un clásico que nadie quiere perder.

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Los corazones palpitan al ritmo de la pasión futbolística, y aunque todos desean ver a Di María brillar, en Godoy Cruz no están para las contemplaciones. ¡Prepárense, porque esto va a ser un verdadero partidazo!
