¿Quién dijo que el fútbol no es un cúmulo de emociones intensas? El Monumental fue un hervidero de pasión y un río de corazones latiendo al unísono cuando, en un partido a puro fuego ante Independiente Rivadavia, el pibe Colidio desató la locura en las tribunas al anotar el 1-1 desde el punto penal. Pero, ¡vaya penal! Polémico, discutido y polémico, como si el destino hubiera decidido ponerle un poco de picante a la noche.
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Después de un primer tiempo complicado para el Millonario, en el que la incertidumbre y el temor coqueteaban con el resultado, llegó ese momento que muchos esperaban con ansias. Unos minutos antes, el árbitro había señalado la pena máxima, provocando un estallido de incredulidad en la tribuna y un mar de murmullos en la hinchada. “¡No puede ser!”, se escuchó en varias partes del estadio. Todos sabían que esa decisión podría cambiar el rumbo del partido.
Con el balón en los pies y una presión que se podía cortar con un cuchillo, Colidio tomó la responsabilidad. Se acercó a la pelota como un guerrero a su espada, con el alma en el cuerpo y la mirada firme. Al silbato del árbitro, el universo pareció detenerse mientras el delantero se lanzaba hacia adelante. «¡PUM!», el grito de la hinchada resonó con una energía indescriptible cuando el esférico se sendó en el fondo de la red. ¡Golazo! Y con eso, el Monumental estalló como una olla a presión, convirtiendo el desencanto en éxtasis.
El festejo fue un ballet de abrazos, saltos y lágrimas. La euforia se adueñó de los seguidores riverplatenses, que festejaron como si acabaran de conquistar el mundo. Esa conexión, ese abrazo colectivo entre los hinchas y el equipo, es lo que hace que el fútbol sea más que un simple juego; es un estilo de vida, un sentimiento profundo.
Finalmente, aunque el partido permaneció enredado en un vaivén de emociones y tensión, el empate se vivió como una victoria moral. River se mantuvo firme en la búsqueda de la supremacía y dejó claro que jamás renunciará a su lucha, ni en el minuto uno ni en el noventa. ¡Que siga la fiesta del fútbol argentino!