El clásico rosarino es, sin lugar a dudas, una de las batallas más épicas del fútbol argentino. Cuando Rosario Central y Newell’s Old Boys se encuentran en la cancha, el aire se electriza, los corazones laten más rápido y la pasión se desborda en cada rincón de la ciudad. Estos partidos son auténticas finales, donde la historia, la rivalidad y la emoción se fusionan en un cóctel explosivo. ¿Quién no recuerda esas goleadas que dejaron huella y momentos que hicieron vibrar aún al más apático de los hinchas? ¡Vamos a sumergirnos en algunos de esos partidos inolvidables!
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Las Goleadas que Hicieron Historia
No hay nada como una victoria por goleada para dejar una marca indeleble en el alma de los hinchas. El 2 de diciembre de 2012, el "Canalla" se llevó el clásico con un impactante 0-3 en el Coloso Marcelo Bielsa. Esa tarde, los goles de Lucas Orellano, Juan Antonio y la perlita de un pibe que aparecía desde el banco dejaron a los leprosos helados. El estadio resonaba con el grito de los visitantes, mientras que los locales se hacían los desentendidos, tragándose su frustración.
Pero si de "palizones" hablamos, no podemos obviar el inolvidable 0-4 del 3 de diciembre de 1977, donde Rosario Central desató la locura en La Bombonera. Ese día, los goles de Masullo, Bianchi, y otro más, fueron como una lluvia de estrellas que iluminó a los canallas, mientras la hinchada rival se quedaba con la boca abierta, como un chico al que le quitaron su juguete favorito. ¡Imposible no vibrar!
Momentos de Tensión y Abandonos Relacionados
La intensidad del clásico rosarino no solo se mide en goles. Los abandonos son momentos que quedaron grabados a fuego en la memoria colectiva. ¿Quién puede olvidar el partido del 30 de abril de 1991, donde Newell’s se retiró del campo de juego tras un penalti inexistente? Era como si la tierra se abriera bajo sus pies, y el grito de la hinchada canalla se escuchaba hasta en el fin del mundo. ¡Era un momento de tensión extrema!
Y qué decir del superclásico de 1992, cuando un enfrentamiento se convirtió en una película de acción, donde los protagonistas eran los jugadores, pero el verdadero espectáculo lo brindó la hinchada. La balanza se inclinó hacia el lado de Central con un 2-0 que dejó a los leprosos pensando en la revancha, mientras las cervezas se destapaban en la tribuna.
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Títulos y Celebraciones que Hacen Historia
La historia del clásico rosarino está plagada de títulos que forjan la leyenda. Cada vez que uno de los equipos se corona campeón, la fiesta en la ciudad es monumental. El campeonato de 1995 fue una de esas épocas doradas para Newell’s, quienes se consagraron en el clásico disputado en el Coloso. Cuanta adrenalina corrió por las venas en ese partido, donde la victoria se celebró como si fuera un carnaval, llenando las calles de alegría y emoción.
Pero los canallas también tienen sus hazañas, como en el torneo de 2018, donde se llevaron los tres puntos de manera épica y celebraron como si hubieran ganado el Mundial. La fiesta no terminó cuando pitó el árbitro; la calle se llenó de banderas, cantos y fuegos artificiales, como si el cielo mismo se iluminara para celebrar la grandeza del fútbol rosarino.
Al final del día, el clásico rosarino no es solo un partido; es una pasión que corre por las venas de los rosarinos, un fenómeno que trasciende lo deportivo y se convierte en parte de la identidad cultural de una de las ciudades más emblemáticas de Argentina. Un verdadero espectáculo que, a pesar del paso del tiempo, sigue emocionando a todos allí donde se escuche el silbato inicial. ¡Que vivan los clásicos!
