En una jornada electrizante y llena de emociones, Central Córdoba le dio vuelta el partido a Instituto y lo dejó con las manos vacías, privándolo de encaramarse en la punta del Torneo de la Liga. En una noche que parecía diseñada por un guionista de película, Central Córdoba metió un batacazo de aquellos, y es difícil no sentir la piel de gallina al recordar cada momento decisivo.
Un arranque fulgurante
El partido arrancó a toda orquesta. Instituto, con el cuchillo entre los dientes y la mirada fija en la cima del Campeonato, empezó dominando los compases iniciales. El equipo cordobés se lucía en el campo con toques precisos y jugadas de laboratorio, presionando a Central Córdoba contra su área.
El gol tempranero
¡Y vaya que tuvo su recompensa! A los 10 minutos, Gonzalo Alarcón sacó un misil de su pie derecho desde fuera del área, dejando al arquero de Central Córdoba, Alejandro Sánchez, sin respuesta y clavando la pelota al ángulo. Era un gol de otro planeta, de esos que te dejan la boca abierta. Instituto se abrazaba con la punta, o eso parecía.
Un segundo tiempo de locos
Pero el fútbol, queridos lectores, es un deporte maravilloso y caprichoso. Central Córdoba salió al complemento con otro chip. Como quien se levanta con el pie derecho, los de Santiago del Estero se transformaron. Parecía que hubieran tomado un matecito revitalizador en el vestuario. A los 57 minutos, un corner ejecutado a la perfección por Leonardo Sequeira encontró la cabeza de Lucas Gamba, que con un cabezazo certero la mandó al fondo de la red. ¡Golazo! El empate encendió la mecha del equipo del ferroviario, que ahora estaba envalentonado.
El gol de la victoria
El broche de oro llegó de los pies de Renzo Pérez a los 75 minutos. En una jugada maradoniana, Pérez se llevó la pelota desde mitad de cancha, esquivando rivales como si fueran conos. Al llegar al área, definió cruzado y la pelota besó la red en cámara lenta. ¡Gooool! La hinchada visitante estalló en un alarido de alegría, y los jugadores de Central Córdoba no podían creerlo. Era dar vuelta el partido de manera épica.
Corazón y garra
¿Qué nos deja este partido? Nos queda claro que el fútbol siempre tiene sorpresas reservadas y no se puede dar nada por sentado. Instituto tendrá que seguir peleando y demostrar que tiene la pasta de campeón. Por otro lado, Central Córdoba demostró que con corazón, garra y un poco de magia, se pueden lograr hazañas. ¡Aplausos para ellos!
Así finalizó una noche inolvidable en el Torneo de la Liga, una de esas jornadas que quedan grabadas en la memoria del fútbol argentino. ¡Nos vemos en la próxima, con más pasión y mucho más fútbol!