El Estadio Monumental José Fierro vibró como los mejores tambores de una murga este sábado por la noche, donde el Atlético Tucumán, con el pecho inflado y los corazones a mil, consiguió una contundente victoria al golear a Sarmiento de Junín por 4 a 0. Un soplo de aire fresco para los hinchas, que salieron del recinto con la sonrisa hasta los oídos.
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Cielo despejado y sueños cumplidos
Desde el primer minuto, el "Decano" salió a comerse crudo al rival, mostrando una intensidad que hacía tiempo no se veía. ¡Qué forma de pisar el acelerador! Con cada jugada, el equipo de Otta se transformó en una máquina de ataque, destilando fútbol y dejando en el camino a un Sarmiento que parecía un corderito ante la tormenta.
Un primer tiempo de ensueño
La fiesta comenzó pronta, cuando a los 10 minutos, un disparo de Hugo Talín desde afuera del área hizo vibrar el travesaño, un aviso claro de lo que estaba por venir. Pero no fue hasta el minuto 24 que la hinchada estalló de alegría: un centro impecable de Ramiro Carrera encontró la cabeza de Florencio Ríos, quien la mandó al fondo de la red como un rayo en la tormenta. ¡Golazo! ¡El Monumental estalló en clamor!
La primera parte siguió su curso y, a los 35 minutos, Carlos Lampe, el arquero del elenco verde, se convirtió en un espectador de lujo cuando Mateo Coronel anotó el segundo con una jugada mágica que dejó a más de uno con la boca abierta. Sin dudas, una obra de arte digna de un museo del fútbol.
Segunda mitad: un vendaval de emociones
Los segundos 45 minutos fueron un festival. Con el marcador a su favor, el "Decano" jugó al ritmo de un tango: elegante y sublime. El genio de Carrera volvió a hacer de las suyas, dándole a Leonardo Bianchi la posibilidad de firmar el tercero, que llegó a los 68 minutos con un remate que hizo eco en todo Tucumán. ¡Bomba! La fiesta ya era total.
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El último toque de magia llegó en el ocaso del partido, cuando a los 85 minutos, un error en la defensa de Sarmiento permitió que Valentín Lazo se luciera y sellara la goleada. ¡4 a 0! Un resultado que dejó a sus rivales sin respuesta y a los hinchas delirando, con cánticos que resonaban hasta en la luna.
El respiro que necesitaba el «Decano»
Esta victoria es un oxígeno puro para un Atlético Tucumán que necesitaba revertir la mala racha. Con esta actuación, se levantaron los brazos y el ánimo en el vestuario, como si tocaran el cielo. La hinchada merecía todo esto; cada gritó y cada abrazo era un homenaje a la pasión que sienten por su equipo.
Ahora, los ojos están puestos en lo que viene. Con esta energía recargada, el "Decano" busca seguir sumando en el torneo, soñando con alcanzar grandes metas. ¡Vamos, Tucumán! La alegría está de vuelta y promete ser un carnaval permanente en cada encuentro.
