El primer gol del Clausura fue un verdadero grito de pasión en el corazón del Nuevo Gasómetro. ¡Y quién más que el talentoso Alexis Cuello para dar el pitazo de arranque en esta nueva aventura! San Lorenzo, con toda su mística, se puso el overol y comenzó a trabajar desde el primer minuto. La tribuna vibró y se llenó de euforia cuando Cuello, con un toque de magia, abrió el marcador ante Talleres. ¡Qué manera de empezar la fiesta!

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Luz y Sombra en el Gasómetro
Desde el silbato inicial, los cuervos mostraron su ímpetu. Con el balón en los pies, Cuello se convirtió en el faro que guiaba a su equipo, mientras que los hinchas, como un coro enardecido, gritaban su nombre. En una jugada digna de las crónicas más épicas, recibió un pase filtrado que lo dejó cara a cara con el arquero rival. Y ¡zas! Con una finta que dejó a más de uno desparramado en el suelo, definió con una sutileza de artista. La red se movió, y el estadio estalló como nunca.
Más que un Gol, un Emblema
Este tanto no solo marcó el inicio del torneo, sino que también estableció una conexión emocional entre los jugadores y la hinchada. Cada vez que la pelota besó la red, fue como si el alma de San Lorenzo se alzara hacia las estrellas. ¡Qué golazo! Tanta pasión en un solo instante, que es difícil describirlo sin sentir que uno mismo es parte de esa fiesta. Los rostros de los hinchas iluminados, los brazos alzados y ese grito que parecía romper barreras.
La performance de Cuello, una mezcla de destreza y determinación, dejó a todos esperando más. Con cada drible y cada pase, el joven se consolidó como un verdadero ícono de la tarde. La expectativa ahora es alta: ¿será este solo el comienzo de una temporada llena de magia y fútbol en la piel?
Sin dudas, el Clausura arranca a toda máquina, y Alexis Cuello ya dejó su huella. ¡Que siga la fiesta, que la emoción empieza!

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