El corazón late y vibra en la Avenida Mitre, en Avellaneda. La espera ha terminado, y los hinchas del Rey de Copas podrán volver a alentar en el Libertadores de América. ¡Basta de bancar detrás de una pantalla! Independiente recibirá a Rosario Central con su público presente, aunque con un sabor agridulce: el aforo estará reducido. Pero ojo, que eso no opaca la pasión roja que retumba en el aire.
¡El infierno rojo recibe a su gente!
El escenario está listo. Las banderas, los cánticos y el tamborileo que resuena en cada rincón del estadio. ¡Los hinchas de Independiente vuelven a casa! Sin embargo, las restricciones hacen que solo una parte de la hinchada pueda sentir la vibración del cemento bajo sus pies. Pero, si hay algo que nos enseñó el Rojo, es que con poca gente, pero con mucho aguante, se puede hacer más ruido que una tormenta en el Río de la Plata.
- Fecha del Encuentro: Próximo domingo.
- Estadio: Libertadores de América.
- Rival: Rosario Central.
- Situación: Aforo Reducido.
¿Y cómo llegamos a esto?
Las autoridades determinaron una reducción en el aforo para garantizar las medidas de seguridad y sanidad correspondientes. Así es, mi gente, no podemos hacer lo de siempre y reventar las gradas como un carnaval de invierno. Pero, ¡atentos! Porque ese murmullito, esa vibración, será suficiente para poner nervioso al rival, que sabe que el diablo no duerme y que hasta en silencio hace estragos. ¡Fufff, la idea se me eriza la piel!
We’ll never walk alone
La vuelta de la hinchada también tendrá un impacto en lo que se verá en la cancha. Los jugadores, que ya muestran calidad y hambre de victoria, estarán recargados de energía; como dice el dicho, «más motivados que perro con dos colas». Y no es para menos, cada pase, cada gambeta, y cada caño será una descarga emocional directa a las tribunas. Sin duda, ver a Independiente otra vez con su gente será como ver a un león en su hábitat natural, listo para lanzarse sobre su presa.
Una tarde épica
¿Qué esperar de este encuentro? Un sinfín de emociones, jugadas vibrantes, y ese grito de gol que no se ha acallado ni en los peores momentos. Estamos de regreso, y lo haremos saber a puro aliento, que traspase las fronteras de Avellaneda y llegue hasta el Monumento a la Bandera en Rosario. ¡Papapapá, prepárense que el infierno rojo está de vuelta y el estadio será una caldera!
¡Vamos Rojo! ¡Con todo y más, porque esto es Independiente y acá no se afloja nunca!