La situación del exdelantero de Chivas, Omar Bravo, se ha vuelto más complicada tras ser vinculado a proceso. Antes de que el juez tomara esta decisión, su abogado, Leobardo Treviño, ofreció una mirada inquietante a cómo se desarrolla la vida de la exestrella en prisión.

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¿Cómo vive Omar Bravo en prisión?
En una reciente entrevista con el programa "De Primera Mano" de Imagen TV, Treviño reveló que Bravo se encuentra sorprendentemente en buenas condiciones, navegando los días en la cárcel con una calma que podría parecerle a muchos un faro de tranquilidad en medio del huracán. A pesar del estrés que la situación implica, el exjugador se las apaña para mantener la calma y el enfoque.
Además, Bravo es consciente de su entorno y del laberinto legal en el que se encuentra, evaluando todos los posibles escenarios que pueden surgir, desde el más optimista hasta el más desolador.
Un panorama oscuro pero con esperanza
Leobardo Treviño enfatizó que tuvo una charla con Bravo antes de la audiencia y afirmó que el futbolista no admitió las acusaciones que lo mantienen bajo custodia. Aun así, Bravo está consciente de la compleja trama que se despliega a su alrededor en este momento legal crítico.
Los días previos fueron intensos, pero esto es solo el primer capítulo de una serie que apenas comienza. En la audiencia de vinculación a proceso, que se extendió casi 12 horas el pasado 10 de octubre, el juez estableció un plazo de un mes para la investigación complementaria. Un tiempo que se siente como una eternidad en la mente del futbolista, quien vive cada día como un minuto en la cancha.

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Una comunicación limitada
El abogado también comentó que, aunque mantienen contacto regular, no es posible ofrecerle a Bravo el panorama completo y detallado de su situación. En un proceso legal así, el tiempo parece escurrirse entre los dedos, dificultando dar todas las explicaciones necesarias. Sin embargo, Treviño ha hecho su trabajo, asegurándose de que el exjugador esté al tanto de las posibilidades y repercusiones que enfrenta.
Por ahora, Omar Bravo estará en prisión preventiva por lo menos seis meses, mientras la trama de su caso se desarrolla. Pero, como en un partido de fútbol, el tiempo puede ser un enemigo impredecible, y este período podría extenderse hasta un máximo de dos años. La esperanza y la incertidumbre juegan una partida intensa en su mente, mientras aguarda el próximo capítulo de su vida, un escenario que podría cambiar en un abrir y cerrar de ojos.
