Luego de la destacada campaña de Deportes Iquique en 2024, los aficionados tenían puestas sus esperanzas en un 2025 prometedor con la llegada de refuerzos ilustres para enfrentar competiciones de alto calibre, primero en la Copa Libertadores y luego en la Copa Sudamericana. ¡Todo indicaba que los Dragones Celestes volarían alto!
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Sin embargo, la realidad golpeó como un balonazo inesperado. La campaña no ha sido la esperada, lo que llevó a la salida del estratega Miguel Ramírez. Su reemplazo, Fernando «Nano» Díaz, llegó con la promesa férrea de enderezar el rumbo de esta nave iquiqueña.
Un Entrenamiento que se Transformó en Pesadilla
En una conversación que supera el simple debate futbolístico, Díaz se comunicó con Bolavip para denunciar un hecho gravísimo. En palabras del propio técnico, la tensión subió a niveles insospechados cuando un grupo de hinchas irrumpió durante un entrenamiento a mitad de semana. No sólo fueron insultos; los jugadores y el cuerpo técnico fueron agredidos físicamente. ¡Esto, dice Díaz, es inédito en su carrera!
«Han causado un gran daño. Desde la era de Miguel (Ramírez), estos incidentes no han parado.» Díaz con voz firme señala que estos hechos se repiten una y otra vez y que afectan directamente al desempeño y ánimo del equipo.
El Reto de Conquistar la Tormenta
Díaz se mostró impactado por lo vivido en el complejo de entrenamiento. “Dos veces ya han llegado al complejo y uno al estadio… pero esta vez fue lamentable. Se metieron a la cancha en medio del entrenamiento, con cero respeto. Fue un espectáculo que ninguna camiseta merece ver”, asegura el técnico.
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La situación desconcertante ha sembrado el miedo en el plantel. “Nuestros muchachos están asustados. Estos hinchas amenazaron con volver, pero seguimos firmes en nuestra intención de salvarnos en las últimas fechas. Aunque el desafío es grande, ¡no daremos el brazo a torcer!”, reafirma Díaz con la pasión que lo caracteriza.
Una Ciudad y un Club en el Ojo de la Tormenta
El impacto de estos incidentes trasciende el ámbito futbolístico. “Esto daña la imagen de Iquique”, expresa Díaz con desazón. La violencia y los atropellos sufridos por el plantel son, en sus palabras, imperdonables.
En una reflexión final sobre el pasado, Díaz devela un dato curioso: el año anterior, con el equipo en cuarto lugar, también vivieron un «apretón». Pareciera que en Iquique se aprieta sin mirar la tabla.
La situación en Deportes Iquique es un volcán en erupción. Mientras la temporada sigue su curso, lo que ocurre fuera de la cancha podría definir el destino de un equipo que busca no sólo puntos, sino paz y estabilidad fuera del terreno de juego. ¡Aguanta, Iquique!
