Durante la noche del jueves 2 de octubre, Mauricio Cataldo, conocido por su destacada trayectoria en equipos como U. de Concepción y Audax Italiano, vivió uno de esos momentos que ponen a prueba hasta al más valiente: un accidente cerebrovascular lo golpeó con fuerza inesperada.

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Las noticias volaron con la rapidez de un contragolpe, y en la misma jornada, degoles informó que Cataldo tuvo que ser trasladado de urgencia. Las próximas 48 horas se pintaron como decisivas, cada minuto contaba como si fuese tiempo de descuento en una final.
Esperanza en la cancha de la vida
Esta tarde, noticias alentadoras alimentaron la esperanza: allegados al jugador confirmaron que su estado ha mostrado notables mejorías. Sin embargo, el partido aún no termina y su condición sigue requiriendo cuidados intensivos. Se espera que pronto sea llevado al hospital Padre Hurtado, con la fe puesta en que su recuperación siga por buen camino. Recordemos que este exfutbolista, amado por muchos, tiene apenas 46 años.
El hombre del gol de la rabona
En el mundo del fútbol, Cataldo es recordado por ese momento mágico que queda grabado en la retina de los fanáticos: un golazo de rabona que dejó a Johnny Herrera sin opciones y a los hinchas de la U. de Concepción extasiados. Fue un instante en los playoffs del Apertura 2003 que se siente como un cuento épico, donde su gol de oro eliminó a la U. de Chile, y que ahora resuena como una leyenda en su ilustre carrera.
Jugador de contundencia y talento, Cataldo comenzó su andanza en el Audax Italiano y lució la camiseta de 11 conjuntos chilenos, incluyendo equipos de peso como Unión Española y Cobreloa. Hoy, más que nunca, la hinchada y sus antiguos camaradas le envían fuerzas desde las gradas de la vida. ¡Vamos, Mauricio, que aún quedan muchos partidos por jugar!

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