Esteban Andrada: Un Faro de Optimismo en el Real Zaragoza

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El argentino Esteban Andrada se desmarca del discurso cauteloso del Real Zaragoza y enciende una luz de esperanza. A pesar de que el equipo se encuentra en puestos de descenso, Andrada mira hacia adelante con determinación indomable. «Yo no vine a Zaragoza de paso, sino a ayudar a ascender», declara con firmeza. Cedido del Monterrey, a sus 34 años, llega con un solo propósito: apuntar a lo más alto.
El Caminante que Nunca Duda
Desde su llegada, Andrada ha sido testigo de la primera victoria de la temporada, dejando la portería a cero por segunda vez. «Me sentí bien. Llevaba tiempo sin jugar por una lesión, pero trataré de seguir ayudando al equipo», comparte. Sus palabras son un canto al esfuerzo colectivo: «Ojalá el domingo podamos darle otra alegría a la gente».
La Confianza de un Vestuario Unido
Para Andrada, el triunfo no es un capricho del destino. «Veía entrenar a los chicos muy bien pero los resultados no llegaban», recuerda. «Ahora, el vestuario está con la cabeza tranquila y con la confianza que dan los resultados para seguir por el mismo camino». Reconoce la dureza de los retos por venir, pero su espíritu es inquebrantable.
Un Guardián en el Once
La irrupción de Andrada en el once titular dejó a Adrián fuera, alguien que había demostrado ser una pieza clave. Sin embargo, el argentino resalta la buena relación entre ambos: «Estamos todos en el mismo barco y Adrián tiene un gran futuro».

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Recordando a la Liga Argentina
Andrada encuentra similitudes con su tierra natal: «La Segunda española me recuerda a la liga argentina, son partidos muy trabados y parejos». Focaliza en la importancia de una defensa sólida y una estrategia bien trabajada. «Se trata de ser inteligentes y golpear en el momento justo».
Desafíos y Estrategias Futuras
De cara al partido contra el Córdoba, Andrada pronostica un choque de alta intensidad: «Cada encuentro es distinto, creo que será más de presión alta». Reitera la importancia de un equipo compacto y comprometido: «No solo defienden los del fondo, se trata de ser un equipo».
El camino es largo, pero Andrada enfrenta el desafío con garra y pasión, decidido a dejar su huella en el Real Zaragoza como un faro que ilumina el camino hacia el éxito.
