Tras un día que quedará grabado a fuego en su memoria, Lisandro Magallán ha sido premiado con la cinta de capitán de Vélez Sarsfield en un acto lleno de emoción. No obstante, el recuerdo del gol de Atlético Tucumán, donde cometió un error que dejó a más de uno con el corazón en la boca, aún resuena en la cabeza del defensor.
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Un nuevo capítulo para Magallán
La noche no fue la más brillante para el defensor central. Con el duelo contra Tucumán en plena batalla, Magallán, que se siente tan firme como el cemento, tuvo un desliz que terminó en gol del rival. Las críticas no se hicieron esperar y la presión era palpable. ¡Pero en el fútbol, como en la vida! Las oportunidades para redimirse aparecen cuando menos lo esperás.
La entrega del brazalete
En una ceremonia cargada de simbolismo y energía, el entrenador le colocó la cinta a Magallán en un momento que parecía sacado de una película. Sus compañeros, con una mezcla de admiración y camaradería, rodearon al defensor, cuyos ojos brillaban por la emoción. “Este es un nuevo amanecer”, pareció murmurar su corazón mientras se acomodaba el emblemático brazalete. En ese instante, el vínculo entre el jugador y la hinchada se intensificó, como un abrazo que dura un suspiro, pero que se siente eterno.
> “Soy un gladiador en este campo, y hoy más que nunca me siento listo para luchar por cada pelota”, apuntó Magallán en un discurso que resonó como un tambor en la tribuna.
En este nuevo rol, su responsabilidad se expande, pero también la pasión que siente por la celeste y blanca. Con el eco de la última derrota en su espalda, Lisandro sabe que llevará el peso de la historia de Vélez con orgullo.
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Así, ahora, sus compañeros lo miran con otros ojos, sabiendo que el camino no será fácil, pero que tienen a un líder que, pese a los traspiés, se levanta como un fénix cada vez que la situación lo demanda. ¡Vamos Vélez! ¡A seguir luchando con fuerza y garra!
