¡Se pone picante en el Monumental! La llegada de Maxi Meza a River Plate, esa pieza del rompecabezas que tanto anhela el hincha millonario, se está haciendo desear. La ansiedad crece, como cuando un partido se define en tiempo de descuento, y todos se preguntan: ¿qué está pasando? ¿Nos quedamos sin este crack para la CONMEBOL Libertadores? ¡Paremos un poco la pelota y veamos qué pasa!
Las razones detrás del tire y afloje
Lo cierto es que la situación de Meza es más complicada que un partido en la altura de La Paz. Está claro, el habilidoso mediocampista todavía no ha puesto un pie en Ezeiza porque las negociaciones no avanzan como se esperaba. ¿Qué está trabando este pase? La balanza económica y contractual es más frágil que un gol en último minuto.
- Primero tenemos la cuestión de su contrato actual. El club dueño de su pase no suelta prenda fácilmente y las charlas se están extendiendo más que tanda de penales.
- Después, está el tira y afloja por las cláusulas, esos detalles que pueden romper (o salvar) un sueño.
El reloj corre y la Libertadores no espera
Mientras tanto, el tiempo sigue corriendo como un delantero en busca del gol decisivo. En un abrir y cerrar de ojos, la Libertadores va a comenzar y, ¡pum!, nos podríamos quedar sin la magia de Meza en el medio campo del Millo. ¡Un verdadero mazazo para las aspiraciones al título! La hinchada ya se imagina esos pases milimétricos y dribles endiablados en el verde césped del Monumental, y el solo pensar que podrían no concretarse es un dolor de cabeza para Gallardo y compañía.
¿Peligra la llegada del salvador?
Los hinchas están que suben por las paredes, con el corazón latiendo más rápido que un partido de final de campeonato. ¿Tiene River un Plan B bajo la manga? Cada minuto cuenta y la CONMEBOL Libertadores no espera a nadie. La ansiedad es comparable a un penal en la tanda definitiva: la espera y la incertidumbre matan.
Lo que viene, lo que viene…
Todo está en veremos, amigos del fútbol. Seguimos con la esperanza de ver a Maxi Meza luciendo la banda roja y encandilando con su talento próximamente. Pero por ahora, los hinchas y el club están al borde del asiento, esperando ese «¡SÍ!» final que haga resonar el Monumental en grito de victoria.
¡No aflojar, Millonarios, que la pelota sigue rodando!