El ambiente en el Santiago Bernabéu estuvo cargado de calor, pero no por la intensidad de los cánticos o el fervor de la afición, sino por el perpetuo techo retráctil que convirtió el estadio en un auténtico horno. Los seguidores se abanicaban con las camisetas de cartón de una reciente promoción, buscando alivio en medio del bochorno. En este teatro de sueños y tensiones, se desarrolla la compleja historia entre el club y Vinicius. El brasileño, otrora ídolo indiscutible, ahora lucha contra la tristeza y el descontento ante las decisiones de sustitución que no logra aceptar, igual que un torrente que se niega a ser contenido.
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Un Emotivo Homenaje en el Bernabéu
El partido comenzó con una ceremonia conmovedora: el joven Abderrahim Ouhida, quien perdió a su familia en el devastador terremoto de Marruecos en 2023, realizó el saque de honor. “Su trágica historia conmovió al mundo y esta semana ha cumplido uno de sus sueños: conocer el Bernabéu”, declaró el Real Madrid, añadiendo otro capítulo a su historia de solidaridad.
La Aclamación para Bellingham
La ovación más intensa se la llevó Jude Bellingham, quien regresó tras su operación de hombro. El Bernabéu dejó clara su preferencia: quieren al inglés como titular indiscutido. Su habilidad para cambiar el curso del juego es un faro que guiará al equipo de Xabi Alonso, quien ha sabido sacar lo mejor de sus jugadores, excepto de un desafiante Vinicius. Güler terminó en el banquillo por la lógica de las rotaciones, conciente de que su oportunidad en el derbi contra el Atlético será su gran prueba de fuego.
El Dilema de Vinicius
Bellingham es ya un pilar, un titán que ha demostrado su valía en la alineación, mientras Xabi Alonso adopta una estrategia de rotaciones impensable en la era de Ancelotti. Vinicius extraña los días en que Ancelotti ponía a las estrellas al frente sin cuestionamientos. Fue bajo su dirección que Vinicius protegió su puesto frente a la llegada de Mbappé, hasta que el bajón de rendimiento hizo tambalear su posición.
El Desafiante Mastantuono
Mientras Vinicius lidia con su descontento, el Bernabéu ha encontrado un nuevo foco de energía en el equipo, aunque el césped del estadio aún no luce perfecto para los múltiples eventos que se planean. Mastantuono, con su audaz estilo y entrega incansable, se ha ganado los corazones a pesar de su ritmo a veces vertiginoso.
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La Dinámica de Gonzalo y Endrick
Quizás por ello, la falta de sonrisas de Vinicius preocupa menos. Aunque sus destellos de genialidad, como la asistencia a Mbappé, siguen presentes, el Real Madrid ya no depende tanto de él. En su lugar, se valora la complicidad y competencia sana entre Gonzalo y Endrick, un modelo de lo que Alonso pretende. La rivalidad entre Vinicius y Rodrygo ilustra un momento de cambio. Aunque las aguas estén agitadas, está claro que el que no se adapte deberá encontrar consuelo en otros sitios.
