El primer capítulo de la BajaCup ha dejado una huella imborrable en el fútbol mexicano. En un acto cargado de simbolismo y emoción, José de Jesús ‘Chuy’ Corona, a sus 44 años, dejó el campo durante un amistoso entre Xolos y San Diego FC para ceder el lugar a su hijo, José Miguel. Este intercambio de estafeta unió generaciones bajo la camiseta de Tijuana, en un guiño al futuro del deporte.
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El principio del fin para ‘Chuy’ Corona
El Snapdragon Stadium se convirtió en escenario de una despedida conmovedora. Al minuto 40, ‘Chuy’ Corona salió del campo, conteniendo lágrimas, y entregó sus guantes a José Miguel, de solo 15 años. La ovación del público reconociendo el noble gesto resonó como una ola que arrastra el legado hacia una nueva generación.
Heredando el legado de Cruz Azul: Una nueva historia bajo el apellido Corona
En sus propias palabras, Jesús Corona describió el momento como un sueño compartido: “Fue especial para mí, para la familia y para José Miguel. Esto no se vive todos los días”. Así, inició un nuevo capítulo en la dinastía Corona en el fútbol mexicano.
José Miguel Corona: El futuro bajo el arco
José Miguel se unió a las fuerzas básicas de Xolos a los 13 años, coincidiendo con el traspaso de su padre de Cruz Azul al club fronterizo. Su debut en la BajaCup lo iluminó como el heredero natural del legado futbolístico familiar.
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Corona padre expresó con orgullo: “Le deseo el mayor de los éxitos; lo ha hecho muy bien y ese es el camino”. Los guantes que le entregó tenían un significado especial, como un amuleto: “Le paso el legado a mi hijo, es momento de que escriba su propia historia”.
La cuenta regresiva para el retiro de ‘Chuy’ Corona
El emotivo cambio de guantes marcó un preludio, pero el retiro de Corona será el 28 de septiembre durante la jornada 11 del Apertura 2025, frente a Cruz Azul. Un último adiós en el club donde se forjó su leyenda, acompañado de títulos nacionales e internacionales.
En una entrevista, Corona expresó su gratitud hacia Tijuana por permitirle esta despedida tan significativa: “No siempre un club te permite retirarte así. Estoy emocionado y honrado despedirme ante Cruz Azul”, compartió con la emotividad que caracteriza a los grandes momentos del fútbol.
Con el corazón en la mano, agradeció a su familia, clubes y afición: “Estoy disfrutando al máximo y muy agradecido con todos. Ahora corresponde a José Miguel forjar su propio camino”. El 28 de septiembre será más que el adiós de una leyenda; será el amanecer de un nuevo capítulo con el apellido Corona todavía brillando en el horizonte del fútbol mexicano.
