¡El Víctor Antonio Legrotaglie estalló de euforia! Godoy Cruz hizo vibrar a todos los mendocinos con un triunfo que quedará en la memoria. Ante un Argentinos Juniors que no se la hizo fácil, el Tomba trabajó como un relojito y logró un cerrado 1-0 que vale oro.
El Gol, la Joya del Partido
En un partido que tuvo más nervios que una novela de suspenso, el golazo vino de una jugada electrizante. A los 35 minutos del primer tiempo, Martín Ojeda se vistió de héroe. Con un pase quirúrgico desde tres cuartos de cancha, conectó con el siempre incisivo Salomón Rodríguez, quien entró como un rayo en el área y, con una definición de otro planeta, la mandó a guardar. ¡GOLAZO! El estadio explotó en un grito ensordecedor que retumbó hasta en la Cordillera.
Un Segundo Tiempo de Puro Infarto
En la segunda mitad, Argentinos Juniors intentó por todos los medios romper la férrea defensa de Godoy Cruz. ¡Los Bichos colorados no paraban de atacar! Hubo momentos en los que la hinchada del Tomba se agarraba la cabeza y el corazón parecía que se les salía del pecho. ¡Que no caiga, que no caiga!, parecían rezar. Pero la saga defensiva, comandada por el inquebrantable Leonel González, estaba en modo muralla china y no dejó pasar ni el aire.
Decisiones Claves y Momentos de Pura Adrenalina
El técnico de Godoy Cruz, Diego Flores, mostró una sapiencia táctica digna de un ajedrecista. En el minuto 65, metió a Abrego para reforzar el mediocampo y equilibrar el partido. ¡Una movida maestra! Abrego recuperó balones cruciales y dejó a todo el estadio boquiabierto con su entrega.
El Pitazo Final y La Fiesta
Cuando el árbitro pitó el final, el estadio se transformó en una caldera. Las lágrimas se mezclaban con los abrazos y las banderas ondeaban al viento. Ese oro en forma de tres puntos se festejó como un campeonato. ¡Y no es para menos! Este triunfo reafirma al equipo en el torneo y llena de sueños a una hinchada que se merece todos los laureles.
Godoy Cruz le mostró al país qué es tener garra y corazón. Sus hinchas se fueron a casa con la certeza de que el Tomba está más vivo que nunca. ¡Vamos Tomba, que esto recién empieza!