Marcus y Khéphren llevaron el ‘Derby d’Italia‘ al límite. En un partido que fue una auténtica montaña rusa de emociones con siete goles celebrados, el joven Thuram selló la victoria para la Juventus, que derrotó al Inter de Milán gracias al milagroso gol del montenegrino Vasilije Adzic. Este canterano juventino demostró temple y, con un 3-3 en el marcador, lanzó un dardo desde fuera del área en el tiempo añadido para dejar sin respuestas a Sommer (4-3). A pesar del triunfo, el liderato se le escapó a la Juve, ya que el Nápoles, con astros como Kevin de Bruyne, Rasmus Hojlund y Scott McTominay, sumó tres puntos vitales en el Artemio Franchi (1-3).
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La Juve Resurge ante las Adversidades
La Juve dejó atrás sus fantasmas del pasado para imponerse al subcampeón de Europa, el Inter de Milán. Los nerazzurri habían realizado lo impensable al darle la vuelta al partido, después de estar prácticamente a la deriva. Fue Marcus, con un gol en el 76′, quien completó la remontada para el Inter. Sin embargo, como en una fiesta en la que nadie quiere irse a casa, Khéphren igualó el marcador con un espectacular testarazo seis minutos después.
Un Duelo Familiar en el Estadio
Lillian Thuram, leyenda de la Juventus y el Barça, observó desde la grada como el Inter volteaba el marcador a favor con su hijo mayor anotando mientras su hijo menor sufría en la ‘Vecchia Signora’. Sin embargo, la alegría de Marcus se transformó en desazón cuando Khéphren restableció la igualdad y, más tarde, el joven Adzic materializó el triunfo juventino. Curiosamente, ambos hermanos compartieron la misma celebración, como si estuvieran en sincronía perfecta a pesar de ser rivales.
El Campeón Inquebrantable
El Nápoles no se dejó amedrentar y conquistó el Artemio Franchi. Kevin de Bruyne, infalible desde el punto penal, abrió el marcador tempranamente para los campeones, y Rasmus Hojlund no tardó en anotar su primer gol con el equipo partenopeo.
El encuentro quedó prácticamente sentenciado cuando Beukema, uno de los nuevos fichajes de Antonio Conte, amplió la ventaja al inicio de la segunda mitad. Luca Ranieri fue el único que pudo marcar para el conjunto ‘viola’, en un partido donde el Nápoles mostró por qué sigue siendo el equipo a batir.
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