El Atlético de Madrid, el equipo que invirtió 176 millones de euros en fichajes este verano, finalmente despertó de su letargo. Enfrentaron a un Villarreal que, desde el principio, tuvo que remar contracorriente en el vibrante Riyadh Air Metropolitano, donde el partido terminó 2-0 a favor de los colchoneros.

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Energía renovada
El madrugador 1-0 del Atlético, nacido de un error garrafal del Villarreal, dio al encuentro un sabor a Champions. Los ‘amarillos’ estuvieron cerca de empatar antes del descanso, con dos oportunidades brillantes: Alberto Moleiro lo intentó y Nicolás Pepe se topó con el travesaño justo antes de irse al vestuario. Sin embargo, el tanto tempranero tras el descanso fue un mazazo para los visitantes.
Un Atleti incisivo
Con solo dos puntos en la tabla, el Atlético recuperó toda su energía y mostró una puesta en escena arrolladora. Con una presión asfixiante, desbarataron con precisión quirúrgica el juego del Villarreal. La jugada que definió el 1-0 fue un error de Sergi Cardona, acorralado por Giuliano Simeone, permitiendo a Julián Álvarez ponérsela en bandeja a Pablo Barrios para abrir el marcador.
Oportunidades y reacciones
El Villarreal seguía buscando su espacio en el campo. Giuliano Simeone tuvo una clara oportunidad de aumentar la ventaja, pero fue Moleiro quien encontró su momento frente a Jan Oblak. Sin embargo, su disparo no logró encontrar la red, y el tinerfeño volvió a fallar en otra ocasión brillante.
Equilibrio en el juego
El Atlético logró frenar cualquier intento de rebelión del Villarreal, a pesar de que Pepe casi logra el empate con un tiro libre que bailó en el larguero. El primer tiempo terminó con un equilibrio de oportunidades, a pesar del dominio colchonero con un 68% de posesión.

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Una misión casi imposible
Al reinicio, el Villarreal intentó empujar con más fuerza, ampliando su juego por las bandas con Cardona y Buchanan, pero carecieron de puntería. En el minuto 52, Marcos Llorente envió un centro perfecto que terminó en un cabezazo letal de Nico González, poniendo el 2-0 en el marcador.
El contragolpe no llega
Aunque el Villarreal intentó recuperarse con cambios estratégicos, el juego se volvió más complicado. Lenglet llegó a marcar un tercer gol, pero fue anulado por una falta previa. Las interrupciones abundaron, alejando cualquier atisbo de remontada.
El 2-0 final dejó una sensación de cierre, invitando a ambos equipos a pensar en el próximo capítulo: la verdadera batalla en la Champions, donde el destino de ambos equipos sigue colgando de un hilo.
