Rodri Hernández, reconocido como el último Balón de Oro, expresó su anhelo de que el prestigioso premio recaiga en sus compañeros de la selección, Lamine Yamal o Pedri. Sin embargo, admitió que la espectacular temporada del PSG sugiere que uno de sus jugadores merece el galardón. En este sentido, destacó la rivalidad entre Ousmane Dembélé y Vitinha como la más intensa.

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La Dificultad de Elegir al Mejor
En palabras del propio Rodri, elegir al Balón de Oro no es tarea sencilla. “Tengo preferencias por compañeros”, confesó, “pero hay que decir que el PSG ha sido el equipo de la temporada y sería difícil pensar no dárselo a un jugador de ese equipo”. Con esta declaración, Rodri resalta el dilema entre el corazón y la razón, como un delantero atrapado entre las redes de dos defensores.
Un Momento a Flor de Piel
Rodri expresó su alegría por el éxito de Luis Enrique y Fabián, indicando una simpatía personal: “Me gustaría que se lo dieran a Lamine o Pedri, pero por méritos deportivos tal vez está entre Ousmane o Vitinha”. En Konya, su discurso ante los medios fue una danza entre la nostalgia y el reconocimiento.
El Valor del Reconocimiento
Rodri recordó lo que significó para él recibir el Balón de Oro como mediocentro, un reconocimiento que llegó en uno de los momentos más difíciles de su carrera debido a una grave lesión de rodilla. “Lo he vivido con la naturalidad que intento vivir todo,” afirmó, “la lesión fue un golpe bajo, pero el Balón de Oro fue un balón de oxígeno justo cuando lo necesitaba más”.
El Futuro y la Humildad
Con humildad y serenidad, Rodri compartió su deseo de volver a su nivel habitual: “Estoy contento con el reconocimiento y ahora ya de nada me sirve, quiero volver a disfrutar del fútbol”, sentenció, con la firmeza de un capitán anhelando guiar su navío a nuevos horizontes.

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Este relato no es solo un testimonio de logros individuales, sino una oda al espíritu futbolístico que late con fuerza en cada ronda del Balón de Oro.
