Al ascenso se llega con puntos, pero sobre todo, con victorias que suman y generan confianza. Así lo demuestra el Tenerife, que en solo dos jornadas ya se perfila como un gigante en busca de su regreso a Segunda. Con determinación y la pegada de un equipo que busca cruzar la meta en solitario, este inicio de temporada promete ser el comienzo de algo grande.
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Un inicio prometedor
El Tenerife se presenta como favorito al ascenso, y no es para menos. Sus victorias lo dicen todo. Primero en Guadalajara y, ahora, frente a un Mérida de mayor calibre. La fórmula es sencilla: liderazgo, recursos y una dirección clara. Cervera, con solo dos cambios en su alineación, muestra su intención de mantener una fórmula ganadora. Ante la baja de Marc Mateu, entra Ander Zoilo, mientras que la táctica lleva a Alassan al extremo derecho, dejando en el banquillo a Dani Fernández, autor del primer gol del curso.
El ambiente del Heliodoro
El Heliodoro se transforma en un escenario de esperanza. Con 13.548 abonos vendidos, el espíritu del tinerfeñismo renace, listo para un nuevo comienzo tras un descenso doloroso. La preocupación de Cervera sobre la inexperiencia de algunos jugadores se disipa rápidamente. La afición, con su pasión y entusiasmo, se convierte en el jugador número doce.
Momentos de magia en el campo
Sin tomar el mando desde el inicio, el Tenerife se encuentra con un Mérida decidido a dar pelea. Pero Jesús de Miguel, con una conexión letal junto a Nacho Gil, abre el marcador en el minuto 10 con un potente remate desde fuera del área que se cuela por el palo derecho. Esa chispa inicial no apaga el espíritu del Mérida, que sigue luchando en el centro del campo.
Un segundo tiempo vibrante
Ya en la segunda parte, el Tenerife ajusta su estrategia, bloqueando mejor las transiciones del Mérida. De Miguel, figura indiscutible, marca el segundo tras una asistencia de Enric. Este equipo está decidido a no dejar cabos sueltos. Aunque un gol de Gallego es anulado por fuera de juego, poco después, Enric convierte un cabezazo impecable que asegura la victoria y la fiesta en las gradas.
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El regreso del Tenerife a Segunda se anhela no solo como una meta, sino como una certeza. Este equipo, con esfuerzo y determinación, está listo para dejar atrás el pasado y construir un futuro brillante en el fútbol español. ¡Que siga la fiesta, pero que sea solo por un año en esta categoría!
