El partido inaugural de la ‘Liga del Mallorca’ concluyó con una explosión de alivio al lograr un empate agónico. La tenacidad de Abdón por alcanzar un balón casi imposible, la audacia de Domenech enfrentándose a tres rivales, y el temple de Mateu Morey, quien depositó el esférico en el único rincón inalcanzable para Radu, fueron claves. La conexión mallorquina rescató un valioso punto. Minutos antes, el ambiente era de auténtico pánico: la amenaza de otra derrota, con el Real Madrid y el Atlético en el horizonte, hacía temer un inicio sin sumar.
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Estrategia y Ajustes
Giráldez casi vence por tercera vez seguida al técnico Arrasate con un Mallorca que salió justo de recursos debido a las ausencias de Morlanes y Muriqi. Mateu Joseph y Mascarell ocuparon sus lugares en una fórmula prometedora, aunque el dúo Pablo Torre-Darder aún está calibrándose. El equipo, habituado a jugar con el kosovar como punta de lanza, mostró algunas carencias, pero Joseph, cedido por el Leeds, realizó una actuación destacada como pieza de recambio y futuro.
Un Rival Bien Armado
El oponente, sólido con su línea de tres centrales, generó peligro por las bandas, lo cual les permitió marcar. Tras el descanso, el equipo local replicó el esquema de tres centrales y dos carrileros para aumentar la intensidad ofensiva. Mascarell quedó como único recuperador, subrayando la urgencia de encontrar un reemplazo si Samu Costa parte. Sin embargo, Abdón sigue creyendo. Su chispa en el tramo final fue suficiente para evitar el desastre, haciendo que el empate se sintiera como un bálsamo.
Con esta actuación, el Mallorca demuestra que tiene recursos y carácter para enfrentar lo que viene.
