Marash Kumbulla debuta en Son Moix en un partido de infarto

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El joven defensor Marash Kumbulla tuvo su esperado debut con el Mallorca este sábado. Una entrada al campo como un actor al escenario, reemplazando a Antonio Sánchez al inicio del segundo tiempo y formando parte de una sólida defensa de cinco con tres centrales. «Me sentí como pez en el agua junto a mis compañeros. Tuvimos un rival durísimo enfrente, pero no bajamos los brazos y peleamos por el empate primero, y luego por la victoria», confesó Kumbulla.
La batalla contra el césped
El terreno de juego fue un adversario inesperado. «En la primera parte logramos encontrar espacios, pero el campo estaba más seco que un desierto», explicó. Con el segundo tiempo llegó el turno de redoblar esfuerzos, como una máquina bien engrasada. «Tras el descanso, nos lanzamos al ataque con más oportunidades; todo el equipo puso su granito de arena en esta gran batalla», añadió con evidente satisfacción.
Un empate con sabor a victoria
Sobre el empate arrancado en los últimos instantes, Kumbulla se mostró optimista: «Es una inyección de confianza; cuando empatas o ganas en los minutos finales, te inunda un subidón de autoestima. Ahora toca apretar esta semana».
El análisis del técnico rival
El entrenador del Celta, Claudio Giráldez, reflejó su visión del empate como justo, aunque con un toque de amargura. «Nos dejamos dos puntos en un descuido lamentable», señaló, refiriéndose al gol de Mateu Jaume. «El empate es meritorio; ellos tuvieron momentos de pura intensidad. Mis jugadores merecen un aplauso por luchar bajo estas temperaturas», afirmó, mostrando un orgullo palpable.

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Así, el encuentro dejó un regusto de emociones enfrentadas y energía sin límites, como solo el fútbol sabe hacer.
