El Real Zaragoza debutó en el Ibercaja Estadio con una dolorosa derrota ante el Andorra, dejando en evidencia los grandes retos que enfrenta el equipo de Gabi. A pesar de haber generado oportunidades, los errores y concesiones defensivas del conjunto zaragocista le pasaron factura, dejando claro que aún queda un largo camino para volverse competitivo.
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Un Estreno Amargo
El Andorra, con valentía y buen manejo del balón, dejó al descubierto a un Zaragoza frágil en defensa. Todo se complicó aún más cuando Pomares fue expulsado merecidamente en el minuto 61, sellando prácticamente el destino del partido. El tanto de Bazdar fue poco consuelo en un encuentro que se tornó en desastre.
Desolación en las Gradas
La afición zaragocista, impotente, abandonó el estadio antes del final, evidenciando su decepción. Ni las ocasiones falladas ni otros argumentos fueron suficientes para tapar las deficiencias defensivas. Los rivales, como Andorra, Min-Su y Olabarrieta, encontraron espacios con facilidad, exponiendo las debilidades a campo abierto.
Necesidad de Refuerzos
Es claro que el Zaragoza necesita refuerzos y un planteamiento mejor definido. Las dos derrotas consecutivas ante equipos recién ascendidos son señales alarmantes de que el rumbo actual no es el correcto. Gabi debe solucionar la fragilidad del equipo y trazar un plan más claro.
Disposición del Terreno
Sin Paulino por molestias, Gabi optó por un 4-4-2 con Soberón y Dani Gómez en la delantera, y Pau Sans atacando por la banda derecha. Sin embargo, el Andorra, dirigido por Ibai Gómez, demostró su superioridad táctica con un 4-3-3 que supo manejar.
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Las Jugadas Clave
El partido comenzó con un centro peligroso de Lautaro, y eventualmente un gol que surgió tras una gran jugada de Domènech. El Zaragoza respondió creando oportunidades, con remates de Soberón y Moyano, pero sin controlar el mediocampo. El equipo buscó transiciones rápidas, generando jugadas peligrosas pero sin concretar.
Segunda Mitad Decisiva
La expulsión de Pomares justo después de la entrada de Valery y Toni Moya marcó un antes y un después. Tasende se lesionó y Gabi tuvo que reorganizar al equipo, debutando Saidu. Villahermosa y Gael ampliaron la ventaja aprovechando los errores defensivos evidentes del Zaragoza.
Un Final Para el Olvido
Bazdar logró acortar distancias con un gol, pero el Andorra seguía siendo superior. Lautaro y Uzkudun pudieron aumentar aún más la diferencia, cerrando un estreno lleno de horrores para un Zaragoza que deberá replantearse muchas cosas para salir de esta situación desesperante.
