Las cifras son implacables y el talento de Yael Padilla parece esfumarse bajo la sombra de Gabriel Milito en Chivas de Guadalajara. Con solo 71 minutos en siete partidos, el joven de 19 años se encuentra en una encrucijada que evoca más una telenovela que un torneo de fútbol.

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Un talento apagado
La carrera de Yael Padilla, que alguna vez resplandeció con promesas de grandeza, ahora ocupa el banco de los misterios. Antes de la llegada del técnico argentino, Padilla acumulaba 60 partidos y más de dos mil minutos en cancha. Su descenso a 71 minutos, repartidos en dos humildes apariciones en la Leagues Cup, despierta la sorpresa y la frustración entre los aficionados.
Los olvidos del campeón
El joven prodigio, quien había acumulado siete goles y cinco asistencias, se ha visto relegado a un papel secundario, un guion escrito por un técnico que parece no contar con él. En el torneo local, Yael Padilla es un actor de reparto olvidado, mientras en la categoría Sub-21 su estrella aún brilla: 154 minutos, dos goles, un recordatorio de su potencial intacto.
Caminos inciertos
La pregunta que flota en el aire como un globo perdido es: ¿por qué prescindir de su talento? Con un contrato que expira en junio de 2026, el reloj juega en contra. Cada minuto que no participa es potencial valor de mercado que se evapora como el humo. Aunque podría ser una táctica para asegurar una extensión de contrato, es un riesgo que Chivas juega al filo de la navaja.
En el mundo del fútbol, donde las carreras se definen por oportunidades efímeras, la situación de Yael Padilla resuena como un recordatorio del desafío que enfrentan las jóvenes promesas. Solo queda esperar si este capítulo se convierte en un trampolín hacia la redención o permanece como un caso perdido en la historia de las Chivas.

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