La controversia entre Cruz Azul y el periodista David Faitelson por la supuesta investigación relacionada con la filtración del contrato del delantero griego Giorgos Giakoumakis sigue en auge. Aunque el atacante ya ha encontrado un nuevo hogar, La Máquina no está dispuesta a dejar pasar este incidente que, más allá de lo contractual, ha puesto en peligro la seguridad de sus jugadores.

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Cruz Azul responde con fuerza ante la polémica
En el marco de una charla con los amigos de Fox Sports, Víctor Velázquez, presidente de Cruz Azul, rompió el silencio y dejó claro su postura sobre lo que definieron como una filtración irresponsable. Aseguró que la información llegó de manera casi cinematográfica, como un maletín lleno de secretos al estilo de James Bond. En sus declaraciones, condenó la ligereza con la que se manejan estos temas, enfatizando que el club no puede aspirar a la gloria con inversiones de poco calado.
La búsqueda de calidad, un imperativo en La Máquina
El presidente cementero justificó la llegada de Giakoumakis a su club. “Sería ilógico pensar que con jugadores de un millón 700 mil dólares vamos a competir por el título”, destacó. Prometió que todos en la Cooperativa trabajan día a día para construir un equipo competitivo, consciente de que los resultados inmediatos son la meta.
> “Necesitamos jugadores de calidad. La formación en fuerzas básicas es vital, pero no podemos esperar ni un segundo más para ver resultados”, comentó Velázquez, quien dejó claro que el tiempo apremia en una institución que ansía triunfos.
Además, el presidente de Cruz Azul no escatimó en pronunciarse sobre las implicaciones de la filtración del contrato. Afirmó que esta situación ha puesto en jaque la seguridad del propio Giakoumakis y su familia, pues revela cifras que pueden atraer la atención de enemigos indeseables.

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> “Es lamentable. Por la seguridad del jugador no podemos hacer público lo que se paga o gana, eso pone en riesgo tanto a él como a su familia”, concluyó con un tono de preocupación que resonó en todos los presentes.
En un mundo donde cada pase y cada decisión se analizan al milímetro, Cruz Azul continúa su lucha no solo por el rendimiento en el campo, sino también por la protección de sus propios intereses y de sus jugadores, en medio de una lluvia de rumores que aún parece no tener fin.
