¡Tremendo lo de Deportivo Riestra! El equipo local, con una garra y un corazón que no entran en el pecho, sacudió el estadio y se llevó un triunfo de esos que quedan grabados en la memoria colectiva, al vencer a Argentinos en un partidazo. La hinchada, enloquecida, sintió que el mismísimo Diego bajaba del cielo para darles ese envión anímico tan necesario.
Inicio cortado a cuchillo
Desde el pitazo inicial, la tensión se podía cortar con un cuchillo. Deportivo Riestra salió con todo, como una locomotora que no permite frenar. Cada pelota disputada era una batalla sin cuartel, y la intensidad del encuentro no daba respiro para nada. A los 15 minutos, una jugada magistral comenzó a gestarse desde el mediocampo. Con el balón pegado al pie, como si fuera su amante, el número 10 de Riestra realizó un pase filtrado que dejó boquiabiertos a propios y ajenos.
El gol de la victoria, un poema futbolero
Fue en el minuto 32 cuando llegó el gol que hizo explotar a la tribuna. Una jugada ensayada que podría estar escrita por el mismísimo Borges. Todo comenzó con un centro preciso, milimétrico, que nada tenía que envidiar a las mejores jugadas de la Premier League. Apareció el «9», cual rayo en una tormenta, para cabecear con contundencia y mandar la redonda al ángulo. ¡Golazo! La hinchada se rompía en aplausos y los jugadores se fundían en un abrazo interminable.
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En la segunda mitad, Argentinos intentó por todos los medios encontrar el empate. Pero no contaron con que la defensa de Riestra estaba en una tarde inspirada, cual muralla china que no permitía el ingreso de nadie. Cada ataque rival se desvanecía como un espejismo, y las atajadas del arquero eran una sinfonía de seguridad. Por momentos, Argentinos parecía chocar contra una pared invisible, levantada por la pasión y el sacrificio de cada jugador de Riestra.
¡Final de infarto!
Los minutos finales fueron para el infarto. La tensión en el aire hacía que el estadio fuera un hervidero. La tribuna, de pie, cantaba sin parar, alentando a los suyos con toda el alma. Y cuando el árbitro finalmente pitó el final, el estallido de alegría fue ensordecedor.
- Passarella: Intratable en defensa, la figura indiscutida.
- Romero: Creó el gol de la victoria, mostrando talento y precisión.
- Pezzella: Cortó una pelota clave en el minuto 85, asegurando los tres puntos.
Riestra, pasional y aguerrido, mostró que su casa es una fortaleza impenetrable, ganando tres puntos fundamentales en su lucha por el ascenso. ¡Vamos, Riestra, con toda la ilusión al hombro!
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