Enzo Fernández, el crack que brilla en el firmamento europeo, volvió a pisar el Monumental para vivir de cerca el River-Lanús por el Torneo de la Liga. Este reencuentro fue como una chispa que encendió el corazón millonario. River Plate bajo la dirección de Demichelis, enfrentó al grana de Kudelka en una batalla que prometía emociones a flor de piel.
Un Monumental a Pura Pasión
El Monumental, ese templo sagrado del fútbol argentino, vibraba con una energía desbordante. Los hinchas, enloquecidos, llenaron las tribunas con cánticos y banderas. Y ahí estaba Enzo, en primera fila, como un hincha más. ¡Ni Messi podría haberse perdido este espectáculo! Desde el minuto uno, el clima era eléctrico, como si un rayo hubiese tocado el verde césped.
Una Primera Mitad de Infarto
El primer tiempo fue un ida y vuelta constante. En el minuto 15, De la Cruz casi rompe el arco con un zapatazo que se estrelló en el travesaño. La hinchada millonaria contenía el aliento cada vez que la pelota se acercaba al área rival. Minutos después, el joven promesa Solari intentó colarse en la defensa granate, pero fue frenado en seco por un firme Píccoli.
La Magia de Enzo Desde las Gradas
Si bien Enzo no estaba en el césped, su presencia se sentía en el aire. Cada vez que la cámara lo enfocaba, la multitud estallaba en ovaciones. ¡Enzo es River en estado puro! No cabe duda de que ver al ex número ’13’ en la tribuna inspiró a sus excompañeros, quienes daban todo para ganar.
El Gol que Hizo Estallar al Monumental
Ya en el segundo tiempo, el Monumental rugía con fuerza. Y llegó el momento esperado. En el minuto 75, después de una jugada colectiva digna del libro de oro del fútbol, Nacho Fernández recibió un pase exquisito de Palavecino y, con una frialdad de cirujano, la mandó a guardar al fondo del arco. ¡Golazo! Los hinchas, enardecidos, no paraban de cantar. ¡Qué noche, señores!
Conclusión: Una Noche para el Recuerdo
La presencia de Enzo Fernández fue el condimento perfecto para una noche épica. River ganó 1-0 y se llevó tres puntos vitales, dejando a Lanús masticando bronca. Los hinchas, eufóricos, abandonaron el estadio sabiendo que fueron testigos de una jornada mágica. ¿Y Enzo? Él también se fue con una sonrisa, reafirmando que su corazón siempre latirá por el Millo.
¡Qué partido, qué noche, qué Monumental! Así, el fútbol argentino sigue escribiendo sus páginas más emocionantes.