El estadio estaba que ardía, y no era para menos: Gimnasia se metió a la cancha como un león en busca de su presa, y tras un encuentro electrizante, se llevó una victoria dorada sobre Godoy Cruz por 2 a 1 en el arranque de la cuarta fecha del Clausura. ¡Vaya forma de hacer vibrar a su gente!
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Un primer tiempo de locura
Desde el pitido inicial, los jugadores de Gimnasia mostraron que no venían a dar ningún tipo de tregua. Con un juego dinámico y lleno de intensidad, se lanzaron al ataque como si la victoria fuese una cuestión de vida o muerte. El primer gol llegó al minuto 25, cuando el Pibe Rodríguez recibió un pase quirúrgico en la zona de tres cuartos. Con una gambeta que hizo estrellar a dos defensores en el piso como muñecos, se la metió a el arquero Godoy con una precisión digna de un maestro de la puntería. ¡Grito sagrado en el Bosque!
Pero la fiesta no duró mucho, ya que el Tomba no se quedó atrás. A los 30 minutos, tras un tiro de esquina que parecía más un regalo del cielo, Godoy Cruz conectó un cabezazo potente que hizo temblar las tribunas. ¡La emoción se desbordó y el empate era un hecho! La hinchada local contenía el aliento, sintiendo que el partido se ponía picante y lleno de intriga.
La segunda mitad, un despliegue de coraje
El segundo tiempo fue un torbellino de sensaciones, como si un huracán hubiese barrido el campo de juego. Gimnasia volvió a poner la garra sobre la mesa y comenzó a presionar a su rival sin descanso. Cada pase, cada carrera, cada grito de aliento desde las gradas se sentía en el aire. Fue así que a los 65 minutos, un disparo lejano de el Ruso García se transformó en un golazo de esos que se cuentan en los libros de historia. La pelota se coló en la esquina superior, un verdadero cohete que dejó al arquero sin chances. ¡El estadio estalló!
Con un 2-1 en el marcador, Gimnasia se lanzó a defender su tesoro. Godoy Cruz, desesperado por igualar, apretó el acelerador, pero el Lobo se plantó firme, como un roble ante la tormenta. Las últimas jugadas fueron de alto voltaje, con cada ataque de los visitantes dejando a la afición con el corazón a mil por hora.
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En el silbato final, la alegría desbordó en el Bosque. Gimnasia se lleva tres puntos vitales y sigue soñando con el título. Un espectáculo que quedará grabado a fuego en la memoria de sus hinchas, quienes hoy vibraron como si no hubiera un mañana. ¡Bravo, Lobo! ¡A seguir rugiendo!
