¡Lo que se vivió ayer en la cancha fue digno de una película emocionante! Bryan Reyna levantó a la hinchada de Belgrano Riestra de sus asientos con dos asistencias de antología que en tan solo seis minutos encaminaron a su equipo a una victoria inolvidable. ¡Así como lo escuchás!
Un primer tiempo de dientes apretados
El partido comenzó con ambos equipos tanteándose, como boxeadores que miden la distancia antes de soltar el primer golpe. Sin embargo, Belgrano Riestra no tardó en encontrar su río de oportunidades gracias al dinamismo de sus laterales y la astucia en el mediocampo. El público estaba al borde del asiento, el grito de gol estaba contenido en cada garganta.
45′ a 51′: Reyna, el mago del césped
Pero la epopeya comenzaría en el segundo tiempo. Al minuto 45′, Bryan Reyna, el hombre del momento, recibió un pase quirúrgico en la banda izquierda. Encaró a la defensa rival como un relámpago, sorteó a un rival y envió un centro preciso al corazón del área. ¡¡Boom!!, el ruido del balón reventando la red tras el cabezazo de su compañero fue música para los oídos de la hinchada. ¡Golazo!
La reivindicación en 6 minutos
No pasaron ni seis minutos y Reyna volvió a deslumbrar. En el minuto 51′, con una jugada espectacular, se llevó la pelota limpiamente, esquivando rivales como un esquiador en la nieve. El estadio tenía vibraba al ritmo del invencible Bryan. La defensa rivales no sabían dónde meterse. Jugó un pase filtrado que dejó mano a mano a su compañero, quien no perdonó y definió con frialdad calculadora. ¡Gol y éxtasis en las tribunas! ¡Doble asistencia, doble milagro amarillo!
El partido se define con corazón
A partir de allí, Belgrano Riestra manejó el juego con una solvencia y determinación propias de un equipo que olía la victoria. Los rivales no encontraban la fórmula para frenar a Reyna y compañía. La defensa se plantó como un muro infranqueable y cada ataque era una daga en el corazón rival.
El pitazo final llegó y las emociones desbordaron en el estadio. Jugadores abrazados, hinchas eufóricos y un Reyna transformado en héroe absoluto. El triunfo quedará grabado en el corazón de todos los fanáticos, como un tatuaje indeleble de pasión y entrega.
¡Así se vivió, así te lo contamos! Esto es fútbol argentino en su máxima expresión, con el alma y el corazón en cada minuto del partido. ¡Salud, Bryan Reyna, vos sos el dueño de la ovación!