Hace algunos años, Carlos “Gullit” Peña brillaba como una de las grandes promesas del fútbol mexicano. Su talento y habilidad en el campo eran innegables, atrayendo la atención de aficionados y expertos por igual. Sin embargo, las sombras fuera del terreno de juego oscurecieron su carrera, impidiendo que alcanzara las expectativas que muchos tenían de él.

Duplica tu depósito hasta $200.000 en apuestas y casinos bono de bienvenida
Recientemente, tras un tiempo alejado de la elite del fútbol, Gullit Peña ha hecho una sorprendente revelación al acusar de “fraude” a uno de sus ex equipos en México. ¿De quién se trata? Aquí desentrañamos el misterio.
Gullit Peña denuncia fraude
En una reciente entrevista para el podcast El RePortero con Yosgart Gutiérrez, el mediocampista dejó claro que su travesía en el fútbol no ha sido nada sencilla. Lo que más impactó fue su testimonio sobre las promesas incumplidas en la ahora desvanecida Liga de Balompié Mexicano (LMB), un proyecto que aspiraba a ser la competencia directa de la Liga MX. Sin embargo, se quedó coja en muchos aspectos, sin la infraestructura ni las conexiones necesarias para sobrevivir. Fue en este contexto donde Gullit se dio cuenta de que había sido víctima de una estafa.
Un viaje al límite con el Club Veracruzano
El exjugador del León confesó que tocó fondo cuando se incorporó al Club Veracruzano Futbol Tiburón. En esa etapa, llegó junto al reconocido entrenador Gustavo Matosas, quien también se aventuró en este proyecto con la esperanza de un nuevo comienzo. Pero lo que siguió fue una realidad mucho más cruel.
“Jugué todos los torneos que quise, incluso en la Liga de Balompié, pero ahí fue donde todo se vino abajo. Me fui de Correcaminos con el profe Matosas, y lo que encontré fue puro humo”, declaró Gullit, resumido en su propio sentir de desilusión y frustración.

Duplica tu depósito hasta $200.000 en apuestas y casinos bono de bienvenida
Promesas vacías y una dura realidad
Gullit reveló que la forma en que su ex club lo estafó fue evidente: las promesas no se cumplieron. Incluso, contó que Gustavo Matosas tenía que sacar dinero de su propio bolsillo para pagar a los jugadores y cubrir necesidades básicas, como hielo para las lesiones. La situación no solo impactó a él y a Matosas, sino también a otros futbolistas que habían creído en las promesas de un proyecto profesional, solo para quedar en la cuerda floja y sin compensación.
Este capítulo de su vida se tornó en una dura lección, donde pasó tres meses en la LMB sin recibir un salario, sacrificando lo poco que había para que los demás pudieran seguir adelante. A pesar de los desafíos y las dificultades, Gullit mantiene la esperanza de retomar su carrera y recuperar el brillo que una vez tuvo.
