Tras una larga espera, el corazón del fútbol mendocino volvió a latir en el estadio Feliciano Gambarte. Sin embargo, esta vez cada latido llevaba el eco del recuerdo eterno del gran Santiago «Morro» García. ¡Qué momento emotivo! La hinchada no solo alentó a su equipo, sino que también honró con fervor al inolvidable goleador. Imposible no sentir esa mezcla de nostalgia y orgullo en el aire.

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El regreso al Gambarte: Un campo lleno de emociones
El Expreso volvió a casa, y no pudo haber sido de mejor manera. El estadio estaba decorado de azul y blanco, pero el verdadero color lo puso la pasión de los hinchas que no pararon de corear el nombre del Morro. Parecía que cada grito ascendía al cielo como un rayo de luz buscando al que se adelantó en el marcador de la vida.
Un homenaje a lo grande
Antes del pitido inicial, una ceremonia que erizó la piel de todos. La camiseta número 18, esa que tantas alegrías nos dio, fue elevada al cielo en un acto cargado de simbolismo y amor. ¡El Morro estaba ahí, presente en cada rincón del estadio!
El partido: ¡A pura garra!
Con la pelota rodando, el equipo de Godoy Cruz sacó pecho y demostró por qué el Gambarte es su fortaleza. Desde el minuto cero, la cancha fue testigo de un ida y vuelta vibrante. ¡Pim, pam, pum! Así fue el ataque constante del Tomba, dejando al rival con los ojos como el dos de oro.
- Minuto 10: Un remate del delantero que salió disparado como torpedo, pero el arquero rival, con manos de goma, logró salvarlo.
- Minuto 25: Una jugada de pizarrón que terminó con un cabezazo que besó el travesaño, arrancando suspiros de la tribuna.
- Minuto 60: El golpe de gracia llegó con un golazo de otro planeta, un zurdazo desde fuera del área que se incrustó en el ángulo como una flecha que da en el blanco.
- Minuto 90: El árbitro pitó el final y el estadio explotó en un carnaval de emociones y lágrimas.
El legado del Morro sigue vivo
Cada jugada, cada cántico y cada lágrima fueron un tributo a él. El Morro no solo fue un delantero de calidad, sino que se convirtió en un emblema de lo que representa Godoy Cruz: pasión, lucha y, sobre todo, amor eterno por sus colores. ¡Gracias, Morro, por todo lo que nos diste! Tu legado seguirá siendo el motor que impulsa cada latido del Tomba. ¡Vamos Godoy Cruz! ¡Arriba el pueblo tombino y el Morro, por siempre legendario!

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