Zaragoza marca un hito inolvidable con la creación relampagueante de una mini Romareda para 20.000 espectadores, una proeza inédita en España que servirá de inspiración en el ámbito nacional e internacional. No solo se lograron las tareas iniciales del estadio en un abrir y cerrar de ojos, sino que también se ultiman los últimos detalles antes de finalizar todo en cuestión de una semana. Y lo más impresionante: ¡lo hicieron en tan solo 100 días!
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A mediados de enero, las obras comenzaron sobre terrenos prácticamente desiertos, donde años de abandono habían dejado su huella, un lugar que alguna vez fue un aparcamiento y espacio de conciertos en la Expo 2008. Las entrañas del suelo habían sido saqueadas; el cobre robado, obligando a empezar desde cero.
Un Estadio Vanguardista
Hoy se levanta un estadio de 20.103 localidades, listo para cumplir con los requisitos de LaLiga para la próxima temporada. El césped verde ya está colocado y, pronto, un videomarcador vigilará desde las alturas, sostenido por una grandiosa estructura de ingeniería con 700 tensores para combatir al viento con la majestuosidad de una catedral moderna.
El proceso se ha llevado a cabo en 15.000 horas de trabajo con grupos de hasta 100 operarios dejando sudor y esfuerzo. En momentos de máxima actividad, 30 trabajadores diarios levantaban los graderíos, construyendo el sueño con manos expertas.
Dedicación y Trabajo en Equipo
«Un proyecto de esta envergadura requiere un equipo comprometido y gigante», subrayan desde la empresa Nussli. La coordinación y dedicación fueron esenciales desde la planificación hasta la ejecución, en un ballet logístico donde cada pieza encajaba a la perfección.
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El transporte también desempeñó su papel estelar con más de 1.600 transportes, y hasta 180 tráileres se movilizaron para traer los materiales necesarios. Una sinfonía de movimiento coronada por la llegada de estructuras desde toda Europa y más allá.
Ingeniería y Logro Ambiental
El uso del sistema Krinner, con sus 780 tornillos, ha evitado transportar más de 2.340 toneladas de material. Esta técnica innovadora no solo es eficaz, sino también respetuosa con el medio ambiente, reduciendo emisiones y optimizando el transporte.
Graderíos y Visibilidad
Para garantizar la mejor experiencia visual, el diseño del graderío se ha optimizado con inclinaciones estratégicas. Esto crea un efecto envolvente, amplificando la emoción del estadio que abraza a la afición con fuerza y pasión.
Este modelo ya inspira proyectos futuros, demostrando que con una planificación precisa y la colaboración de expertos, los sueños pueden convertirse en realidad con rapidez y eficiencia, estableciendo un nuevo estándar en la construcción de estadios. En Zaragoza, el fútbol ya tiene un nuevo trono donde reinar.
