¡El Real Oviedo es de Primera! Después de más de dos décadas, el histórico equipo del fútbol español vuelve a la élite por la puerta grande. La temporada pasada rozaron el ascenso, y esta vez, la suerte sonrió a los carbayones, quienes lograron remontar una eliminatoria difícil tras el gol inicial de Panichelli para el Mirandés. Fue el legendario Santi Cazorla, a sus 40 años, quien condujo a los asturianos a Primera División, con Ilyas Chaira allanando el camino y Portillo certificando la hazaña en la prórroga.

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Un Inicio Intenso
Los primeros 15 minutos fueron un escaparate de intensidad y emoción. Había de todo, menos fútbol. Santi Cazorla se convertía en el faro del juego para el Real Oviedo, dominador pero incapaz de encontrar la red. El Mirandés, bajo la dirección de Alessio Lisci, demostró su capacidad para mantenerse en el partido, aguardando su oportunidad.
Panichelli y el Sueño Mirandés
Corría el minuto 15 cuando un robo en medio campo habilitó una combinación de toques rápidos. Iker Benito sirvió un centro al segundo palo y allí, como un relámpago, apareció Joaquín Panichelli para cabecear inapelablemente, poniendo el 0-1 y adelantando a los jabatos.
El Despertar de Cazorla
El Real Oviedo respondió con jugadas que encendían a la grada, pero sin incomodar al meta Raúl Fernández. Fue hasta que una mano involuntaria de Alberto Reina fue marcada como penalti. Santi Cazorla, capitán indomable, no desperdició la ocasión (1-1). Los 40 años no pesaban y su actuación devolvió la esperanza al Tartiere.
El Gol de Chaira
La remontada la culminó Ilyas Chaira, encendiendo a los 29.624 aficionados con el 2-1 justo tras la reanudación. Un balón suelto en el área, gracias a una genialidad de Hassan, fue cazado por el marroquí, batiendo sin piedad a Fernández y alimentando el sueño de Primera.

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La Prórroga: Fiesta Carbayona
El Mirandés, herido tras el gol, supo aguantar, pero el desgaste físico comenzó a dejar huella. Tuvieron una clara oportunidad con un cabezazo de Panichelli que Escandell desbarató con una estirada felina. La ilusión se materializó cuando en la prórroga, Portillo, con un tiro por la escuadra, desató lágrimas de alegría entre los fieles seguidores. Un 3-1 definitivo que devolvió al Oviedo a Primera, 24 años después.
¡Los carbayones vuelven a casa, a la categoría donde siempre debieron estar!
