La Selección Mexicana arranca con dos triunfos en la Copa Oro 2025, pero la gestión de Javier Aguirre en el banquillo del Tri está en el ojo del huracán. Desde su llegada, Aguirre ha impuesto su estilo a rajatabla, poniendo sus cartas sobre la mesa y dejando fuera del equipo a aquellos que no han resistido su férrea disciplina.

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¿Revolución o Dictadura en el Tri?
En el vestidor azteca, se dice que Aguirre ha establecido una disciplina tan férrea como el acero, superando cualquier vestigio de la era de Jaime Lozano. Los jugadores sienten que su mando es casi una dictadura, infundiendo temor al punto de no atreverse a cuestionarlo. Como quien camina en la cuerda floja sobre un abismo, los futbolistas siguen las órdenes con la esperanza de evitar ser excluidos del ansiado Mundial 2026.
La Sombra del Miedo
Este estilo de liderazgo ha creado un ambiente donde los jugadores prefieren mantener la boca cerrada. Se comenta que Johan Vásquez, al estilo de un guerrero azteca, fue obligado a «suplicar» para participar en el partido contra Surinam, temiendo quedar fuera de la gran fiesta del fútbol mundial.
El Control Absoluto de Aguirre
En el plano directivo, Javier Aguirre parece tener la sartén por el mango. No hay figura alguna que le ponga un alto o cuestione su autoridad. Algunos afirman que en la selección se vive a su ritmo y compás, como una danza donde solo él lleva el paso. Así, el Tri marcha en la Copa Oro con la esperanza de ver si la estrategia de su entrenador será la que conduzca al equipo a la gloria.
